J. HERRANZ

El Museu d'Art Contemporani de Barcelona (Macba) presenta hasta el próximo 19 de abril la exposición Rabascall. Producció 1964-1982, comisariada por su director, el ibicenco Bartomeu Marí. Una etapa de la producción de Joan Rabascall (Barcelona, 1935) expuesta regularmente en Francia, donde el reconocido artista catalán reside desde 1961, pero poco conocida en Catalunya.

La muestra se centra en una época clave en la trayectoria de Rabascall, pues permite descifrar el nudo central de sus preocupaciones: desde el paisaje de los medios de comunicación hasta el de las ideologías, los avances tecnológicos y su huella en la memoria histórica y en el arte. Obras con una fuerte carga de crítica cultural de una época de ruptura y conflicto entre la cultura y la política.

La exposición se articula en torno a series concretas de obras y se presentan, entre otros, los collages realizados entre 1964 y 1968, las primeras telas emulsionadas e impresiones fotográficas sobre metal; trabajos de principios de los 70 que utilizan textos y datos estadísticos sobre la cultura a modo de ready-made; los paisajes souvenir de 1975, en los que Rabascall contrapone imágenes de postales turísticas de localidades donde hubo campos de concentración con fotografías de lugares donde se ubicaban estos campos; y sus paisajes de 1982, que recogen imágenes de localidades de la Costa Brava que muestran el efecto del turismo en la transformación del paisaje.

La obra de Rabascall se sitúa en el entorno de una visión acerada de la crítica del objeto del consumo que se desarrolla en Europa, en contrapunto a la fascinación por el producto industrial del pop norteamericano. Conocedor del arte británico y francés de su tiempo, se ha relacionado con los artistas del Independent Group y los Nouveaux Réalistes, introduciéndose en los grupos de vanguardia que recuperan técnicas y posiciones cercanas al dadaísmo berlinés. En su obra ha explorado la dependencia de la cultura respecto a la economía, la moda, la política y la industria turística.