EFE-MADRID

Javier Fesser recogió a última hora de la noche del domingo de manos de Aitana Sánchez Gijón el Goya a la mejor dirección por Camino, durante la 23ª edición de los galardones del cine español del pasado año, en la que se impuso a José Luis Cuerda, por Los Girasoles ciego, la favorita con 15 nominaciones; Agustín Díaz Yanes, por Sólo quiero caminar; y Alex de la Iglesia, por Los crímenes de Oxford. Con su película, Fesser se llevó seis Goyas de los siete a los que optaba; un trabajo que describe el drama insoportable y sádico que discurre a través de la dicotomía entre fe y razón que vive al final de su corta vida una niña vinculada al Opus Dei.

Un claramente emocionado y satisfecho Javier Fesser precisó al recoger el premio Goya al mejor director: «No estoy aquí por ser el más listo, sino porque tengo mucha suerte y me he sabido rodear de los mejores actores. Y estoy premiado por mi trabajo de dirección, gracias a tantos directores de los que he aprendido, entre ellos, José Luis Cuerda, Agustín Díaz Yanes y Àlex de la Iglesia», los otros tres directores con los que competía. Fesser también comentó que estaba en el negocio del cine por sentirse «profundamente enamorado»; y «por el amor, el cariño y el buen humor que me ha dado mi familia, tres ingredientes sin los que no se pueden hacer películas», ha añadido.

Javier Fesser, hermano del periodista Guillermo Fesser, se inició en el mundo de la publicidad en 1986 para después dar el salto a la ficción en 1992 fundando la productora Pendelton. Con Camino se distancia de los títulos cómicos que le han hecho popular, El milagro de P. Tinto y Mortadelo y Filemón, y se sitúa más cerca del tono serio de Binta y la gran idea, el corto sobre los problemas de los niños en Africa subsahariana por el que fue candidato a un Oscar en 2007.

Los galardones de los Premios Goya, que se unen al recibido por Camino como mejor película en el XIV Premio José María Forqué, reconocen la apuesta arriesgada de Fesser, quien ha tenido que lidiar desde el estreno con las críticas, tanto por parte del Opus Dei como por parte de la familia de Alexia González-Barros, la niña en proceso de beatificación que inspira la película. «Hemos hecho una película llena de amor, cariño y respeto y espero que con el tiempo así lo entienda todo el mundo», precisó Fesser

El Festival de San Sebastián fue la carta de presentación de este comprometido largometraje de Javier Fesser, protagonizado por Carme Elías, quien se ha llevado el Goya a la mejor actriz, Nerea Camacho, a la que le han dado el Goya a la mejor actriz revelación, y Manuela Vellés, es fruto de una extensa labor de investigación y en el que, a pesar del giro al drama, Fesser no prescinde de la ambición visual de sus anteriores trabajos.