Hasta final de mes estarán colgadas en el hotel Vara de Rey (nº 7 del paseo; y en el tercer piso) la primera exposición individual de Verónica Gerbasi, formada por 13 cuadros pintados en los dos últimos años. «Son todos al óleo sobre material de reciclaje (telas, maderas...), a tono con el estilo singular de este hotel», apuntó ayer a este periódico la artista argentina residente en Eivissa desde hace cinco años.

Toda la obra está inspirada especialmente en el barco donde trabaja, el Búfalo. «Se mezclaron los colores con los olores, la quietud con los impulsos, los ruidos del acero con los silencios de la noche; todo estaba dado, todo lo que lleva a un pintor a crear, a respirar profundo, a no poder parar de observar, de vivir intensamente sus horas de pintura», ha escrito Gerbasi al respecto.

Con sentimiento

En la tarjeta de presentación de la exposición, Verónica Gerbasi apunta esta declaración de principios éticos y estéticos: «Busco lo auténtico, la relación del cuadro con quien lo pinta; por lo tanto, es lo que una vive en la intimidad de sus días. Los colores, las texturas, incluso el tema llegan solos. Es la extraordinaria forma del encuentro entre los sucesos y poder plasmar en una tela un sentimiento puro, único e irrepetible», precisó la artista autodidacta, quien antes de venir a Eivissa «he vivido en Granada, donde participé en una exposición colectiva en la que también intentaba pintar esta cosa auténtica que te digo», insistió la artista, que emplea ese adjetivo como una especie de mantra recurrente.

Además de sus vivencias en el barco, también influyó en su decisión creativa «la pintura de Rómulo Maccio; supe así que quería pintar y lo que quería pintar; el sentimiento desde el color, desde la luz, desde lo auténtico», concluyó la artista argentina.