EFE-SITGES

El director argentino Gaspar Noé, partidario de que la controversia forma parte del placer, explora sin pudor la mente de dos hermanos que caen en la trampa de la droga y el sexo por dinero en el filme Enter the Void, presentado ayer en la sección competitiva de Sitges. Afincado en París, Noé ha tomado Tokio como escenario de su película, de factura francesa, alemana e italiana, para desarrollar una historia psicodélica que conduce al espectador a un viaje alucinante por la droga y el pasado.

Con la premisa de que «un filme sin controversia no tiene interés», el realizador argentino se puso para el rodaje detrás de la cámara en un filme subjetivo, construido desde el punto de vista del protagonista, Oscar, que aparece de espaldas en casi toda la película. ello utiliza como recurso ya desde el principio el libro tibetano que ha empezado a leer el protagonista. «Cuando tenía veinte años tenía miedo de morir sin haber hecho nada de bueno en mi vida y leí muchos libros sobre la vida, la muerte y qué pasa después de ella», señaló el director y guionista argentino, añadiendo que, en su opinión, «es impresionante cómo las personas necesitan creer en el más allá, yo soy ateo, pero lo quería ilustrar», señaló Gaspar Noé.