JULIO HERRANZ

El proyecto de reforma del edificio del Teatro Pereira del barrio de la Marina de Eivissa, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), afectará a las tiendas y al supermercado adosado al emblemático inmueble, cuyas obras de rehabilitación se iniciarán probablemente a primeros de año. «La reforma es de todo el edificio y afectará a todos los negocios que hay allí, pues hay que rehacer el inmueble en su totalidad, desde la cimentación hasta las cubiertas, que se van a tener que levantar todas», explicó a este periódico el portavoz de los propietarios, Pedro Matutes.

Respecto a la incidencia sobre los negocios, «se hará lo que marque la ley en estos casos»; que dependerá «de muchas cosas, pues hay contratos más nuevos y otros más viejos. Lo que está claro es que no se podrá ejercer actividad alguna, al menos durante gran parte de las obras, pues hay que cimentar todo, hacer micropilotaje y cambiar toda la cubierta, con una parte de uralita, por una que guarde unas características de aislamiento acústico», precisó Matutes, añadiendo que «va a ser un proceso largo, porque técnicamente es muy complejo».

Un paso más cerca

En la fachada del Teatro Pereira figura estos días el aviso reglamentario de Apertura de período de información pública, «con toda la información administrativa. Consideramos que la licencia de obras la tendremos dentro de los próximos 30 días, aproximadamente», señaló Matutes, añadiendo: «El proyecto está definido, al menos en todas sus fases iniciales; y una vez que tengamos la licencia, haremos el proceso de selección de empresas para hacer la obra, que será larga, porque no es fácil trabajar en esta zona, pues hay restricciones en verano».

Sin concretar ninguna fecha, el portavoz de los propietarios especuló: «Tal como van las cosas, yo creo que estos dos meses que nos quedan del año se nos irán en el papeleo que falta; así que, probablemente, empezaremos las obras a primeros del 2010».

En cuanto al orden de desarrolló del proyecto, «lo que vamos a hacer en esta primera fase es toda la rehabilitación estructural del teatro; y en la segunda, que incluso puede solaparse con ésta, viene toda la cuestión del interiorismo, luminotecnia y sonido», precisó Pedro Matutes, recordando: «Ya tenemos experiencia en la rehabilitación del edificio de los números 1 al 5 de la calle Conde Rosselló; y sabemos bien que son restauraciones en las que te encuentras con muchos problemas. Las cimentaciones son complicadas, porque en general esos edificios tiene muy poca cimentación, hay que ir al micropilotaje para poder dar solidez estructural al conjunto».