Una de las imágenes incluidas en el libro.

El nuevo Centre d'Interpretació de es Amunts ha publicado un catálogo informativo ampliamente ilustrado con fotografías de Miquel Frontera, autor también del texto informativo sobre la zona. Trabajo acompañado de una pequeña antología de textos literarios, seleccionados por Jean Serra y el propio Frontera, de Marià Villangómez, Josep Marí y el mismo Jean Serra; más algunas citas de trabajos de Walter Benjamin, Vicente Valero y otros.
Como datos geográficos, se denomina es Amunts a la región montañosa de la tramontana de Eivissa. Ocupa una cuarta parte de la isla (unas 15.000 hectáreas), con un arco de costa que va de Sant Antoni a Sant Carles. Sus montañas tienen entre 300 y 400 metros de altura y están separadas por pequeños valles y por torrenteras que contienen algunas de las mejores tierras cultivables de la isla. Hacía el norte, los picos caen a plomo sobre el mar, formando una costa peñascosa que es una de las últimas reservas de vida salvaje de las Pitiüses. Los rincones más inaccesibles a los humanos se encuentran en los acantilados y en algunas cuevas de la zona. La costa rocosa se interrumpe en algunas calas de arena y aflora en pequeños islotes cercanos.

Zona protegida
En 1991, el Parlament balear, a través de la Ley de Espacios Naturales (LEN), declaro es Amunts como Àrea de Especial Protección. Desde entonces, la conciencia de su valor natural y patrimonial no ha hecho más que aumentar. Un valor reconocido a través de figuras de protección de la Unión Europea, como la declaración de ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y LIC (Lugar de Importancia Comunitaria). «El Centre d'Interpretació de es Amunts quiere ser un paso más en el reconocimiento del valor de esta región y en el camino de su conservación», precisa Frontera en su texto (en catalán, castellano e inglés).
Un espacio privilegiado que evoca Villangómez en L'any en estampes: «Aràbia, Síria. Millor, l'Eivissa musulmana, breu paradís per a unes hores lentes d'indolència sensual i contemplativa. Per què aquest hort determinat m'evoca sempre una possible estampa a la vegada eivissenca i oriental? Una època que ací no té gairebé història, amb poques dates, quasi sense records (...) D'aquells segles apartats es pot dir que només resten a l'illa, concrets, una poesia i el nom d'un poeta». Se trata de una referencia a Al-Sabini y a su famoso poema, traducido por Villangómez, que comienza con estos versos: «Eren pesants els gots...».
Casi todos los valles de es Amunts tienen fuentes, alrededor de las cuales se construyeron sistemas de regadío. La tecnología de irrigación fue introducida por agricultores andalusíes hacia el siglo X. A partir del 902 d.C. hay un proceso de migración de grupos clánicos beréberes desde la Península, especialmente de la parte oriental de Al-Andalus, hacia Eivissa. «No se trata de un proceso aleatorio, sino que va precedido de la exploración de la isla y del estudio de las posibilidades de uso de la tierra con nuevas técnicas agrícolas. Se seleccionan como lugares de asentamiento los espacios donde se pueden realizar captaciones de agua en fuentes naturales o artificiales (con la ayuda de qanats, pozos y norias), explica Miquel Frontera, añadiendo: «Algunos de estos espacios irrigados han sido, casi hasta el siglo XX, los espacios agrícolas más ricos de la isla. Espacios que a partir del siglo XVI, centuria sometida a continuos ataques de piratas, tuvieron que ser defendidos con torres de defensa, como las que aún podemos ver en Balàfia y Atzaró, por ejemplo».
Y, desde luego, el catálogo no olvida otra riqueza de la zona, su arquitectura.

Hábitat tradicional
El esfuerzo de muchas generaciones ha hecho de las casas tradicionales auténticas obras de arte. «El paciente blanqueado con cal gobierna las luces y las sombras y esculpe texturas en los contornos de los portales y de las pequeñas ventanas. El interior es oscuro y fresco. La austeridad y la solidez del porche y, seguramente, su fotogenia, prácticamente con una única entrada de luz -la del portal, la han convertido en un espacio mítico», apunta el autor.
Casas payesas cuyos méritos han sido reconocidos y admirados por arquitectos de la talla de Josep Lluís Sert, que se integran perfectamente en el relieve irregular de es Amunts. «Es más, parecen encontrarse en el ámbito más adecuado, el territorio donde pueden desplegar todas sus virtudes adaptativas. Tanto si se levantan sobre colinas como si se escalonan en laderas, su cimiento natural son los pedregales improductivos y desiguales».