La Biblioteca Municipal de Eivissa (en Can Ventosa) acaba de comprar un hermoso y grueso libro de 370 páginas dedicado a la vida y la obra de Francesc Català-Roca (Vallas, 1922 -Barcelona, 1998). Es el segundo volumen de la colección Obras Maestras de La Fábrica Editorial, en el que se reproducen más de 250 instantáneas, en muchos casos inéditas o pocos conocidas, seleccionadas del archivo del prestigioso fotógrafo catalán, con más 200.000 negativos. Un conjunto en el que figuran varias imágenes de Eivissa del año 1955, en una de las visitas que el fotógrafo realizó a la isla, donde hizo buenos amigos.
Català-Roca se formó con su padre, Pere Català Pic, uno de los principales representantes de la vanguardia fotográfica catalana. Aún niño, su familia se trasladó a vivir a Barcelona, donde se inició como profesional, primero con su padre y en 1948 como independiente. Trabajó de reportero gráfico en revistas como Destino y Revista. Interesado también en el cine, en 1952, hizo el documental Piedras Vivas, sobre la Sagrada Familia -desaparecido-, galardonado con el primer premio del Festival de Ancona (Italia).
Su participación en publicaciones de temática documental también comenzó con esta obra de Gaudí. Es el caso de La Sagrada Familia (Barcelona, 1952), con texto de Cèsar Martinell. Posteriormente publicó Gaudí dissenyador (Blume, Barcelona, 1978) y Gaudí (Polígrafa, Barcelona, 1983), con texto de Ignasi de Solà-Morales.
Català-Roca recibió diversos premios y reconocimientos a lo largo de su carrera profesional. En 1988, su ciudad natal celebró la exposición Gaudí (Institut d'Estudis Vallencs, Valls), donde sus imágenes reflejaron un personal modo de ver la obra del singular arquitecto catalán.
Viajero incansable, Català-Roca recorrió España durante medio siglo y retrató los vertiginosos cambios que se producían en los campos y ciudades. El conjunto de su obra es un magnífico retrato del siglo XX, que se puede relacionar con lo que hacían al otro lado de los Pirineos, Robert Doisneau o Henri Cartier-Bresson. Fotógrafo y documentalista, produjo un testimonio único que atesoró en su extraordinario archivo. Francesc Català-Roca ganó el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1983, siendo el primer fotógrafo que obtuvo este reconocimiento.

Una mirada que captó la vida en sus matices
Francesc Català-Roca fue el fotógrafo más completo de su época; recorrió de cabo a rabo la España que empezaba a cambiar; tuvo la enorme sensibilidad de trabajar con los grandes artistas de su tiempo (Miró, Dalí, Tàpies, Chillida) y convirtió la fotografía en una filosofía de vida, atrapada en sus matices.
Su obra construye un largo puente que lleva desde las vanguardias de los años 30, en las que militaba su padre, el también fotógrafo Català i Pic, hasta las puertas del siglo XXI. En ese camino ha dejado muchas de las grandes imágenes de la fotografía española.