Una imagen de archivo del pintor Sergio Sáez, durante la inauguración de su última muestra en Eivissa.

El artista Sergio Sáez (Bilbao, 1954) presenta estos días el periplo que tiene previsto realizar con varias exposiciones a lo largo de todo el año. Por una parte, el pintor expondrá una serie de obras de óleo y acrílico sobre papel hecho a mano de 60 x 70 centímetros junto al conjunto itinerante titulado Orfeo y Eurídice.
En primer lugar, su obra abstracta podrá visitarse en el Palacio Olaso de Trapagaran (Vizcaya). Allí realizará una exposición individual de su obra sobre papel que podrá visitarse del 15 al 19 de abril. En el mes de junio su obra se trasladará a la localidad Vizcaína de Barakaldo donde permanecerá abierta entre el 2 y el 14 de junio en la Casa de cultura de Cruces.
Su obra llegará a Eivissa en abril, donde realizará dos exposiciones individuales. El hotel rural es Cucons, situado en Santa Agnès, acogerá durante todo el mes la muestra de pintura abstracta sobre lienzo así como su obra sobre papel Orfeo y Eurídice. Este último trabajo podrá visitarse asimismo en el centre cultural s'Alamera entre los días 3 y 24 de agosto.
Será en octubre cuando sus obras lleguen a la ciudad alemana de Hamburgo, donde estarán desde el 20 de octubre hasta el 20 de noviembre antes de que la muestra regrese a España para una última parada.
Esta última visita de la 'gira' será en el Colegio de Abogados de Bilbao donde la muestra individual podrá visitarse desde el 15 de diciembre hasta el 17 de febrero de 2012.
Internacional
Las creaciones de Sáez, que tiene un estudio permanente en la Isla, se caracterizan por un marcado estilo abstracto, para las que el artista no utiliza una sóla técnica sino que usa varias a la vez con el fin de crear imágenes borrosas, desenfocadas, en las que «se adivina algo, aunque es muy difícil precisar lo que se ve», aseguró el artista cuando presentó su obra Music Movements en la galería de Km.5, y añadió que todas transmiten la inquietante sensación de que «ha pasado o va a pasar algo». Drippings, veladuras, grietas, pintura opaca y transparente, lanzamientos, mezclas de óleos con acrílicos y barnices están presentes a lo largo de toda su obra creativa.
En sus obras predomina la temática en la que aparecen «las preocupaciones más profundas del ser humano», según explicó el propio autor, entre las que incluye la trascendencia, el paso del tiempo, la creación y la música como inspiración principal.
El pintor bilbaíno ha presentado su obra a nivel internacional en varias ocasiones. Sus exposiciones han recorrido Londres, Miami, Chicago, Estambul y también han podido visitarse en la que es considerada la capital cultural europea, Berlín, junto a varias bienales de arte. Además, ha presentado su obra en Barcelona, Cáceres, Santander y León.
Sáez decidió aparcar el mundo de la moda, en el que había trabajado para firmas tan prestigiosas como Jean_Paul Gaultier, Dolce & Gabanna, Paco Rabanne o Zara para concentrarse en su carrera artística.

La equilibrada unión entre la pintura y la música
El artista bilbaíno vincula su creación artística a las Pitiüses. Entre sus experiencias en Formentera tiene una especial importancia su encuentro con el ceramista y pintor ibicenco Gabrielet a quien conoció en 1972.
A pesar de ser autodidacta, su obra siempre ha estado supervisada por profesionales y, a pesar de que tuvo que abandonar la creación artística entre 1979 y 1989 por razones familiares, siempre supo que haría del arte el principal motor de su vida.
La música tiene una enorme influencia en su obra. En la que presentará este año se ha inspirado en el mito de Orfeo y su esposa Eurípide. Sin embargo, no es esta la primera vez que el creador utiliza un lenguaje propio que crea para hablar de la música, ya que en Music Movements, así como en la exposición que presentó en mayo de 2010 en Can Jeroni, Sáez tomó como inspiración la música de los compositores Beethoven y Häendel.
Sáez ha destacado en varias ocasiones que «la música desarrolla su sonido en un espacio propio y muy personal, que nos sirve como alimento intelectual y espiritual. En ese mundo musical y su espacio, de tan profunda riqueza, es en el que vive la creatividad, el sentido del pensamiento, así como el gesto del pintor». De esta manera, para el artista, música y pintura son sólo dos formas de expresar el universo creativo que todo el mundo lleva dentro y, por lo tanto, no deben ser consideradas como elementos separados.