Quimi Luzón, Llorenç Prats y Pere Lluís Navarro, de la formación La Marina Band, ayer, en las inmediaciones de Ultima Hora Ibiza. | ROCIO MARTINEZ

La juventud no les resta entusiasmo ni ilusión por arriesgarse. Teniendo en cuenta que la demanda de música en directo en la Isla crece rápidamente, Kike Canet (bajo), Llorenç Prats (piano), Quimi Luzón (batería), Joaquín Luzón (saxo) y Pere Lluís Navarro (trompeta) decidieron poner en marcha el proyecto La Marina Band, una formación que parte del blues y el jazz aunque que no renuncia a incorporar a su repertorio ritmos de hip-hop, reggae o ska, como ocurrió en el que ofrecieron el pasado viernes en el boulevard Abel Matutes, donde actuaron junto a Azido y Del Valle.
Tomaron su nombre por el barrio donde está ubicado su local de ensayo, sobre una azotea del barrio marinero, en un antiguo palomar reformado y que han equipado para su nuevo uso. A pesar de que Llorenç, Quimi y Kike completan su formación fuera de la Isla, las vacaciones de verano y las de Navidad les sirven para recuperar el tiempo perdido, en lo que a ensayos se refiere. Esta temporada han aprovechado el tiempo y han ofrecido cinco conciertos en diferentes lugares de las Pitiüses, el último el pasado sábado en Formentera. «El público estaba entregado», aseguran al recordar el concierto que ofrecieron en el boulevard de Vila. En ese sentido, Prats señala que ha notado «más demanda de músicos en directo, algo que parece que vuelve a interesar».
Juventud y tablas
El verano pasado, Llorenç Prats, Quimi Luzón y Kike Canet, amigos de toda la vida, decidieron poner en marcha este proyecto junto a Joaquín Luzón, que conocía a Pere Lluís Navarro, el más joven del grupo. El trompetista completa su formación en el Conservatori d'Eivissa i Formentera antes de salir a estudiar fuera. «Me gustaría ir a Barcelona para coincidir con Llorenç», confesaba ayer. Y es que, una vez finalice el Grado Superior de Piano en Salamanca, Prats tiene pensado continuar sus estudios en jazz en la Ciudad Condal o fuera de España. Quimi Luzón, por su parte, estudia Ingeniería de Telecomunicaciones. Es un batería autodidacta aunque tiene formación musical. La experiencia sobre el escenario la aportan Kike Canet, que estudia magisterio musical en Barcelona y se formó, durante diez años, con Alfredo Souza. Joaquín Luzón, el padre de Quimi, cuenta a sus espaldas con una amplia experiencia en diferentes bandas de la Isla. «Es el más rockero de todos», apunta Llorenç Prats.
El grupo asegura que tratan de variar el repertorio en cada directo. «Los ensayos nos sirven para tener una base y tener una línea en la que vamos a hacer las cosas, qué canciones vamos a tocar pero, nunca sabes qué va a pasar en cada concierto», apuntaba ayer Quimi Luzón. Llorenç Prats, por su parte, aseguraba que «un concierto de jazz es siempre algo único». Pere Lluís Navarro, el más joven del grupo, resaltaba que «los que nos han visto en los cinco conciertos, no se han aburrido de ver siempre lo mismo».
La banda hace un balance muy bueno de su primer año de andadura. «Además de un cambio de repertorio, ha habido una evolución en la calidad. Estamos más compenetrados y eso se nota», concluía Navarro.

Un ibicenco en el Auditorio Nacional
Llorenç Prats tiene un prometedor futuro en el mundo de la música clásica. Con su formación ya avanzada, el ibicenco participará el 13 de octubre en un concierto junto a la Plural Ensemble en el Auditorio Nacional de Madrid. El repertorio es una monografía del compositor húngaro Gyorgy Ligeti, fallecido recientemente.