Siete minutos es todo lo que necesitaron la pasada madrugada los autores del robo de un Picasso, un Mondrian y un dibujo del Renacimiento italiano de la Galería Nacional de Atenas, un suceso sobre el que las autoridades apenas han aportado datos y en el que fue decisiva la falta de medidas de seguridad.
Ese fue tiempo, según la escasa información aportada por la Policía, que emplearon el ladrón o ladrones para penetrar en el edifico, descolgar las pinturas y huir del lugar.
Aunque la alarma llegó a activarse, el personal de vigilancia apenas alcanzó a ver cómo una persona abandonaba a la carrera el edificio.
Entre las obras desaparecidas se cuenta una Cabeza de mujer pintada por Picasso en 1939. El cuadro, el único del artista malagueño en los fondos de la pinacoteca ateniense, fue un regalo suyo al pueblo griego en 1946, en reconocimiento de su resistencia contra el nazismo durante la ocupación de Grecia en la Segunda Guerra Mundial.
Molino (1905), del holandés Piet Mondrian, ha sido otra de las obras hurtadas en este espectacular robo, el primero que sufre la Galería Nacional de la capital griega, un museo que acumula unas 16.000 obras, centradas en el arte griego.