La biblioteca que mira al futuro

Fue tal día como hoy, hace 25 años, cuando Cosme Vidal Juan y Enrique Fajarnés inauguraron la biblioteca pública insular en su sede de la Calle Bes, donde actualmente está situada la sede de la Universitat de les Illes Balears. La consellera de Cultura, Educació i Patrimoni, Pepita Costa, junto al director de la institución bibliográfica, Pepe Garibo, fueron los que ayer se encargaron de presentar el balance de este cuarto de siglo en la biblioteca que hoy se encuentra en el edificio polivalente de Cas Serres, al que se trasladó en 1990.
«Una biblioteca es una fuerza viva para la educación, la cultura y la información así como un agente esencial para conseguir la paz y el bienestar social a través de el pensamiento de hombres y mujeres», estas palabras, del manifiesto de la Unesco sobre la biblioteca pública que Costa recitó durante la presentación, resumen, según ella el espíritu con el que se creó esta institución.
Ayer, la consellera y el director de la biblioteca presentaron un balance en el que se pone de manifiesto su notable crecimiento de ésta en los últimos años. Este archivo bibliográfico comenzó con una colección de 1.027 volúmenes y actualmente supera los 31.000 títulos en diferentes soportes.
Impulsor de la lectura
Desde sus inicios, la biblioteca se ha destinado a un público adulto, a estudiantes e investigadores universitarios. Este hecho está directamente relacionado con su localización ya que ha compartido espacio con la UNED, la Escola de Turisme y, hasta hace poco, con el Conservatori Superior de Música. Pese a que este es el perfil que más abunda, la biblioteca ha crecido a un ritmo de aproximadamente 300 usuarios anuales hasta llegar a superar actualmente los 20.000.
Asimismo, la biblioteca aumenta en 900 libros cada año. Dado que sus usuarios y visitantes son diversos, en los últimos años la biblioteca ha optado por ampliar su fondo de ocio. Esto incluye títulos de literatura, cómic, cine y música.
«Los objetivos, desde el principio han sido dos, fundamentalmente. Por un lado está la promoción de la lectura y la investigación así como la dinamización del resto de bibliotecas de la isla mediante la formación del personal, la adquisición de fondos o la informativización del resto de centros de la Isla», aseguró ayer Pepita Costa.
Ahora, la biblioteca mira al futuro y afronta nuevos retos. Entre ellos, la mejora de los espacios de consulta y estudio de documentos tradicionales y la ampliación de las insfraestructuras con el fin de dar cabida a la colección y hacerla accesible. Otro de los objetivos a corto plazo que afronta la institución es la entrada de la biblioteca en el mundo digital, incorporando servicios personalizados mediante la red.
La variedad de actividades programadas para este aniversario tendrán una periodicidad mensual y todas ellas serán gratuitas. Asimismo, los conciertos, la conferencia programada y la muestra de cortometrajes se complementarán con un tótem bibliográfico que recorrerá diferentes puntos de la isla, con títulos especializados pertenecientes al fondo de la biblioteca.
Por último lugar, la biblioteca presentará próximamente el diseño de la página web del Catàleg Bibliogràfic de les Illes Balears.
Pepe Garibo, por su parte, destacó el carácter vanguardista de esta institución. «A nivel técnico, lejos de que exista competencia entre las bibliotecas, existe coordinación», señaló el técnico y agregó: «Desde el año 1990 utilizamos el mismo programa de gestión literaria y hemos potenciado los préstamos interbibliotecarios y compartimos la misma base de datos».