PAULA RAMOS | Marco Torres

«Estoy muy sorprendida con los halagos que he recibido estos días», así recuerda Paula Ramos Roldán, la calidez con la que el público ibicenco la recibía tras cada interpretación de Agnus Dei, la obra que protagonizó el pasado fin de semana en Can Ventosa. Con tan sólo 16 años y con cierta timidez, esta joven intérprete, nacida en Badalona y afincada en Eivissa desde que cumplió tres años, confiesa que, pese a que la situación le ha resultado extraña y la reacción del público ha superado sus expectativas, se ha sentido muy bien con los elogios de los espectadores. «Sentía que me transmitían un sentimiento de agradecimiento y me sabía mal no poder atender a todo el mundo durante más tiempo», aseguró. Emma Vilarasau, Núria Espert o Miquel Sitjar son sólo algunos de sus actores de referencia.

-¿Cuándo empezó a formarse como actriz de teatro?
-La verdad es que hace poquito tiempo, menos de tres años. Creo que empecé con catorce.

-Ahora mismo estudia el Bachillerato de Artes Escénicas en el IES Quartó de Portmany, ¿por qué eligió esta variante formativa?
-Para poder dedicarme más al teatro por las tardes y los fines de semana sin tener que estar muy agobiada por los trabajos. Al principio iba a elegir el Bachillerato de Ciencias pero esa modalidad exige más trabajos y más horas de estudio en casa, ya que las matemáticas y la física es lo que puede costarme más. Tengo más facilidad para las letras y es lo que más me gusta. A la vez quería hacer teatro y hacer varias obras así que elegí esta.

-¿En qué consiste esta formación?
-Tenemos las asignaturas comunes a todos los bachilleratos y luego tenemos las cuatro de modalidad que son Cultura Audiovisual, que me gusta mucho, Análisis musical, Taller de cuerpo, que es iniciación al teatro, y Anatomía aplicada.

-¿Habiendo hecho esta elección queda claro que quiere dedicarse a esto en el futuro?
-La verdad es que sí. Tengo bastante claro que quiero ser actriz. Es cierto que me planteo otras cosas porque hay muchas cosas que me gustan pero esto me llena mucho.

-La respuesta recibida en su primer papel como protagonista la anima a seguir por este camino, ¿es así?
-Exacto.

-¿Dónde le gustaría estudiar Arte Dramático?
-La verdad es que es algo que ya me he planteado y lo he estado mirando todo por internet. Tendría que pasar unas pruebas de acceso, porque me gustaría entrar en una escuela pública de Arte Dramático y es muy difícil acceder, porque hay mucha gente. Si pudiera entrar en el Institut del Teatre de Barcelona, me gustaría mucho, la verdad. En Mallorca está la ESADIB que también podría estar bien.

-¿Le gusta el Institut del Teatre por alguna razón en particular?
-Parte de mi familia vive allí y eso es una buena razón. Me gusta mucho cómo se hace el teatro en Cataluña, de hecho es el que más conozco. He visto mucho TV3 y algunas obras de teatro. Conozco a algunos de los actores y me gusta su manera de actuar. Lo demás no lo conozco tanto.

-¿Se ve trabajando sobre las tablas o delante de una cámara?
-La verdad es que el teatro es lo que más me gusta pero el cine también me gusta mucho y me atrae. La única pega que le veo al cine o a la televisión es tener que ir cortando el rodaje. Cuando estás en una interpretación, meterse en un papel requiere mucha concentración y andar cortando, ya sea por ti o por cuestiones de plano, de luz o de continuidad, me da un poco de miedo aunque también me gustaría, claro.

-De todos los sueños que aún quedan por cumplir, ¿cuál destacaría?
-Me encantaría hacer doblaje, de niños o niñas, de dibujos animados. Además, me encanta cantar. Un sueño que he tenido siempre es, como trabajo de verano, cantar en un bar con un grupo.

Una carrera por delante
«Vaya papel me ha tocado para empezar», reconocía Paula Ramos. Esta joven es inquieta, curiosa y, pese a que no descarta otras carreras profesionales, parece tener las cosas muy claras.
Cuando sube al escenario crece y derrocha un talento que la gente supo reconocerle a la salida de cada función. «En realidad, la que se sentía agradecida era yo», asegura.
Ramos recuerda que, cuando era pequeña y aún no estaba interesada en el mundo de las Artes Escénicas, solía acudir a los ensayos de su madre en Artes y Oficios. «Incluso llegué a aprenderme partes de su papel», recuerda entre risas. Por otro lado, la popularidad no es algo que le interese de esta profesión. «Nunca me he planteado ser famosa y tendría que aprender a gestionar esa sensación», confiesa.