Jordi Odrí, en una imagen de archivo. | ultimahora.es

La librería Hipérbole de Vila acogerá esta tarde a las 20,30 horas la presentación del poemario Sal als ulls, de Jordi Odrí (Barcelona, 1950), aunque finalmente un problema familiar impedirá al autor estar presente en el acto. «Se hará la presentación del libro sin autor, pero como afortunadamente tengo muchos amigos podrá hacerse algo un poco más heterodoxo», explicó Odrí a este periódico desde Menorca, isla en la que reside desde hace más de treinta años.

Quienes sí estarán en Hipérbole serán el editor José Luis Clemente en representación de Heptaseven (responsables de la edición del libro); el escritor ibicenco Lluís Ferrer, y los músicos Pedro Prieto (saxo) y Elvira Ramon (piano), que acompañarán la lectura de alguno de los poemas.

Asimismo, desde Menorca Odrí apuntó que también podría participar en la presentación el poeta mallorquín Joan Vila, de vacaciones en la Isla. «Me dijo que iría como espectador, pero a lo mejor se anima a leer», apuntó el autor, quien es conocido por su faceta como director, actor y autor teatral, más que como poeta.

«Tengo mucha poesía, pero no estaba pensada ni tan solo para ser leída, ni para nada. Eran textos que escribía para mí mismo casi con una finalidad terapéutica, para explicar el mundo y qué es estar vivo, lo que los convierte en textos muy sinceros», matizó Odrí, quien relató cómo han terminado convirtiéndose en un libro de 75 páginas. «Es una miniantología. Coincidí con Clemente en unas lecturas y me dijo si me gustaría hacer un libro, e inmediatamente le pregunté, bromeando, que cuánto me costaría. En mi opinión, la gente de Heptaseven está loca, aunque su versión es que tienen vista para localizar autores».

Tres partes

Sal als ulls está dividido en tres partes: Perduts en el jardí, Amb els peus damunt les brases y Sal als ulls. El prólogo ha corrido a cargo de Ponç Pons y las ilustraciones son obra de Natalia Tamayo. «Lo que digo a mis posibles lectores es que compren el libro, lean el prólogo de Ponç Pons, miren las ilustraciones de Tamayo y el resto da igual», ironizó Odrí, quien manifestó su satisfacción por la acogida que ha tenido su poemario. «Hace poco lo presentamos en Barcelona y me hizo mucha ilusión, porque era volver a casa y porque aparecieron fantasmas del pasado, gente a la que hacía mucho tiempo que no veía».