Marcos Penshow, durante su actuación con la Eivissa Jazz Big Band en el baluarte de Santa Llúcia. | (c) Sergio G. Canizares

Era el concierto inaugural del festival Eivissa Jazz. La Eivissa Jazz Big Band ya había calentado motores con un par de temas instrumentales y otro interpretado por la cantante Eva Cano cuando un joven, con camisa y corbata oscuras y una barba rala, se plantó frente a la orquesta cogió el micro y proyectó toda su energía cantado Come Together, de The Beatles. Con claros matices soul en su interpretación y un buen dominio del espectáculo, el cantante se hizo con un público que, en gran parte, comenzó a preguntarse de dónde había salido.

Su nombre es Marcos Penschow (Eivissa, 1983) y puede que aún no sea muy conocido por el gran público pitiuso pese a que lleva ya más de una década dedicado a la música y que ha ido encadenando proyecto tras proyecto en los últimos años.

«Mi vida siempre ha sido la música, desde pequeño, cantando en coros y en todo lugar en el que dejaran; y sigo la tradición, ya que mi padre es cantante. Disfruto cantando, y si tuviera que hacerlo detrás de una cortina disfrutaría igual», explica Penschow, quien, al recordar la noche del 15 de agosto en el baluarte de Santa Llúcia con la Eivissa Jazz Big Band no duda en catalogarla de «genial». «Lo disfruté desde el primer momento, cuando pisé el escenario a las siete de la tarde para las pruebas de sonido. El lugar, el ambiente... Se creó una energía magnífica». Sobre su compañera vocalista aquella velada, Eva Cano, Penschow exclama: «¡Es un lujazo cantar con ella! La conocí en el coro de gospel hace tres años y desde entonces tenemos que cantar juntos siempre que podemos».

Sobrevivir

Pero sobrevivir como músicos no es fácil, así que hace doce años Marcos y su hermana Melanie montaron un espectáculo enfocado a la temporada estival y a los hoteles. Con el tiempo, el show ha ido creciendo, han incorporado una tercera cantante y un segundo grupo. «Es un lujo trabajar en lo que te gusta —reflexiona—, pero sigue siendo trabajo». Por dicho motivo, se ha involucrado en todos los proyectos posibles, lo que le ha llevado a trabajar con el coro de gospel, la Eivissa Jazz Big Band, en un dúo de jazz o con su proyecto más reciente, un trío de chill-out junto a Chris Martos y Joan Barbé.

«A raíz de mi paso por el coro de gospel empecé a conocer a músicos y otras personas del ámbito musical de la Isla, porque al final lo que realmente te llena es cantar con músicos en directo en el estilo musical que te gusta», rememora, especificando que ese estilo es el soul, aunque canta «de todo».

Admirador de Michael Bublé, Penschow cree firmemente en que el hecho de cantar en muchos estilos diferentes solo puede ser beneficioso. «A la persona que le gusta cantar, cuanto más investigue y más experimente, mejor», afirma mientras comenta que ese aprendizaje lo amplía también a los momentos en los que escucha música.

Porque la formación de este joven cantante es prácticamente autodidacta, si no tenemos en cuenta las clases de canto que dio durante un periodo de su infancia. Dúos, tríos, la compañía junto a su hermana, la preparación de un musical, la gestión de una sala de fiestas (Sa Vinya) en invierno... La energía de Penschow parece no tener fin, aunque siempre da la impresión de que la música es la fuente que precisa. «Estar en un escenario con 18 músicos detrás es un subidón», comenta con un brillo en los ojos recordando de nuevo aquella noche en el baluarte.