Una minuciosa restauración llevada a cabo por el museo Guggenheim de Nueva York ha permitido localizar una obra de Pablo Picasso hasta ahora desconocida bajo otro de sus cuadros, Mujer planchando. En la tela original, que corresponde a la etapa azul del genio malagueño, aparece una mujer planchando, pero la restauración ha permitido descubrir una figura masculina subyacente orientada boca abajo.

Los resultados obtenidos gracias a esta restauración, que fue liderada por la principal curadora del museo neoyorquino, Julie Barten, permitirán «mejorar» la bibliografía y conocer más sobre los métodos de trabajo de Picasso. Un portavoz del Guggenheim indicó que, de momento, siguen sin tener detalles de la identidad de la persona que aparece en el nuevo cuadro, una pintura que todavía están siendo investigada.

Algunos expertos apuntaron que la imagen puede ser un retrato de Benet Soler, un sastre de Barcelona y amigo de Picasso, quien ayudó a apoyarlo durante los años de vacas flacas y que pintó a menudo. Ahora, gracias al uso de dos tipos de cámaras infrarrojas, el científico Johan Delaney fue capaz de producir imágenes mucho más detalladass, ya que las nuevas tecnologías han permitido «ver más allá de la superficie».

Desde los primeros estudios realizados a Mujer planchando en 1989, los conservadores e historiadores del arte habían sospechado que detrás de esta obra, fechada en 1904, el pintor podía estar escondiendo algo.El cuadro fue donado en 1978 al Museo Guggenheim por el coleccionista alemán Justin Thannhauser, y actualmente se exhibe en la muestra Picasso Blanco y Negro, abierta hasta el 22 de enero.