Cardona, frente a una crucifixión del año 2005. A la izquierda, dos obras recientes.

Cardona, frente a una crucifixión del año 2005. A la izquierda, dos obras recientes.

P.Tur12/12/13 0:00
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El foco de atención sobre la figura de Adrián Cardona ha estado situado en los últimos meses sobre su faceta como cineasta gracias al éxito internacional del cortometraje Fist of Jesus, aunque hay que recordar que también cultiva una cara más ‘plástica’. Una parte de ese trabajo pictórico podrá verse a partir de esta tarde a las ocho en la Sala de Cultura Sa Nostra-Consell d’Eivissa bajo el título 2005 i 2013, una exposición en la que Cardona confronta los trabajos realizados en Valencia en su época de estudiante con las obras más recientes realizadas en su taller ibicenco.

Lo primero que llama la atención al contemplar la treintena de obras expuestas es el recorrido realizado por el artista hacia una especie de minimalismo ibicenco influenciado por el entorno en el que desarrolla su actividad. «Las obras de 2005 reflejan que vivía en un piso pequeño en Valencia rodeado de todo el material, alejado del mar y del aire que se respira en la Isla. Casi pueden considerarse obras de terror, aunque hay algunos con motivos religiosos, pero tratado de un modo muy neutro», explica Cardona, que, por ejemplo, exhibe un par de inquietantes crucifixiones.

Pero en los ocho años transcurridos, el artista ha instalado su taller al aire libre en el campo ibicenco y su obra, según reconoce, se ha visto influenciada por aspectos como detalles de la arquitectura ibicenca, la erosión del mar y las texturas en los materiales, como el óxido o diversos tipos de maderas.

Los materiales reciclados son una constante en el trabajo pictórico de Cardona, aunque hay en su producción más reciente un gusto por las tramas, que en algún caso puede recordar vagamente a los entrelazados de esparto de las sillas payesas. Pero en ese especie de trayecto hacia el minimalismo que actualmente cultiva esos mismos materiales son fundamentales, puesto que ellos, por sí mismos, «ya son algo único». Por otra parte, Cardona cree que cada obra «es especial por el momento en el que la creas, más que por el resultado final».