Un momento de la actuación que tuvo lugar ayer en el auditorio de Can Ventosa.

Tras un año entero de actividades de todo tipo dedicadas a la memoria del escritor, poeta y traductor ibicenco Marià Villangómez por el centenario de su nacimiento, ayer por la noche tocó echar el cierre.

Fue con la celebración de la segunda edición de la Gala de la Danza que, tras el éxito cosechado durante las pasadas Fiestas de la Terra volvió a organizar en el Espai Cultural de Can Ventosa de Vila la Asociación Cultural de la Danza de Eivissa a partir de las 21,30 horas.

Fue un encuentro en el que el peso lo llevaron mayoritariamente siete bailarines profesionales nacidos en la Isla que, por distintas circunstancias, se tienen que ganar el pan lejos de Eivissa. Así, sobre las tablas del escenario de Can Ventosa los asistentes pudieron disfrutar con las evoluciones de José Carayol, Nieves Portas, Clara Prats, Rocío Osuna, Adrián Pineda, Giselle Marimon y Víctor Gómez, que representaron distintas piezas danza clásica, neoclásica, contemporánea, española e, incluso, flamenco.

Además, la Asociación Cultural de la Danza de Eivissa aprovechando que se trataba de una celebración especial invitó a tres bailarines de excepción: el irlandés Tom Cunningham, con experiencia en coreografías de cantantes de la talla de Robbie Williams, Elton John o el grupo Take That; el bailarín y coreógrafo madrileño Emilio Serrano, actual solista de la compañía Rafael Aguilar; y la también madrileña Begoña Quiñones, miembro del ballet Heilderberg de Alemania.