Ana Marí Ojeda es la tercera generación que está al frente de esta empresa familiar. | DANIEL ESPINOSA

Los inicios de Pompas Fúnebres Ibiza se remontan a 1940 cuando Vicente Marí trabajaba de carpintero para un matrimonio de Eivissa que ofrecía los servicios funerarios de la época. "No era una funeraria al uso, como lo que conocemos hoy en día, sino que cuando en una familia había una defunción se ponían en contacto con ellos, construían una caja de madera y realizaban el traslado al cementerio en un carro de caballos. Al principio todo era muy sencillo y rudimentario.

Mi abuelo trabajaba en un pequeño almacén donde montaban las cajas y también empezaron a ornamentar, pero fue el inicio de la empresa familia que es hoy", rememora Ana Marí Ojeda, gerente y administradora de Pompas Fúnebres Ibiza, sobre su abuelo. A su abuelo le sucedieron su tío, Juan Marí Ramón, y su padre, José Luis Marí Ramón, quien se hizo cargo de la empresa, "aunque mi tío sigue siendo socio y de ambos he aprendido nuestra profesión y vocación". "Tengo muchos recuerdos de cuando era pequeña, de los inicios de Pompas. Siempre lo he vivido como algo que hemos hecho en mi familia para ayudar a otras familias", explica Ana Marí, quien con 25 años empezó a trabajar en la empresa familiar para sustituir a un gerente por un periodo de dos años. Por circunstancias personales, en dos meses se hizo cargo de la gerencia "y hasta el día de hoy. Aprendí rápido, pero con un gran sentido de la responsabilidad. Desde pequeña he dicho que iba a trabajar en Pompas;me hace ilusión seguir con este proyecto familiar y para mí es una vocación acompañar y ayudar a las personas que pasan por el trance de una defunción".

La demanda de los servicios funerarios en Eivissa fue en aumento con el paso de los años, igual que aumentó la población de las Pitiüses. "Estas necesidades hicieron que en los años 80 la empresa se profesionalizara y, entonces, pasó a llamarse Hijos de Vicente Marí a Pompas Fúnebres SA".

EL EQUIPO. Pompas Fúnebres está formada por un equipo de 33 personas y su principal lema es "experiencia, confianza y tranquilidad"."En nuestro sector es difícil encontrar personal con experiencia. El cien por cien de nuestros trabajadores se han formado con nosotros y, además, contamos en plantilla con uno de los pocos tanatropactores titulados que hay en toda España, Iván Córdoba. Dado que estamos en pleno avance y presentación de novedades, la plantilla recibe formación cada día porque ofrecemos distintos tipos de ceremonias del adiós, adaptadas a las preferencias de cada familia", afirma la gerente de esta empresa ibicenca. Para Marí, Pompas Fúnebres consiste en la prestación de un servicio muy importante ya que, cuando una persona fallece, "hay unos mínimos a realizar, desde el punto de vista sanitario hasta el emocional;es más complejo de lo que parece. Nos hemos ido adaptando a los nuevos tiempos. Por ejemplo, hace 40 años los velatorios se hacían en la casa del difunto y mi padre fue pionero en abrir un tanatorio, en Sa Blanca Dona, en el mismo lugar donde están nuestras instalaciones en la actualidad". En este sentido, el tanatorio que abrió Pompas Fúnebres en Eivissa fue uno de los primeros de todo el país "y fue algo muy transgresor en ese momento.

Al principio, el servicio de tanatorio se ofrecía sin coste y había tres salas". En la actualidad, según explica la gerente, están en "plena transformación" y, por ello, invierten en profesionales que les ayudan a mejorar la comunicación y a formar al equipo "para dar un nuevo enfoque de cómo comunicar a las familias los nuevos servicios". La idea que tienen es que la ceremonia de despedida sea "una experiencia de la vida". Por ello han introducido como una de las principales novedades las ceremonias del adiós, que consisten en "hasta cinco despedidas adaptadas a cada familia según sus preferencias, creencias, necesidades económicas y deseos expresos del propio finado o la familia".

HOMENAJE. Para la gerente de Pompas Fúnebres es muy importante "rendir homenaje a la persona que ha fallecido porque esto ayuda a superar mejor el duelo. Estas ceremonias del adiós están pensadas y diseñadas para generar un recuerdo bonito y esto es de gran ayuda para superar el dolor que causa una pérdida". Así, en el tanatorio de Sa Blanca Dona de Eivissa han instalado unas pantallas interactivas en las que se pueden ver fotos del difunto y leer condolencias, pésames que se pueden enviar desde cualquier parte del mundo "y con esto la familia se siente acogida, apoyada y querida. Alrededor de estas pantallas, que se llaman Vivo Recuerdo, se genera una conversación de las personas presentes y, en ese momento, se produce un cambio de perspectiva de la muerte", precisa Ana Marí, quien añade que "no es fácil hablar de la muerte", pero esta "forma parte de la vida y, en mi opinión, hablar, compartir y conectar con las personas que están pasando por ese momento es lo más importante de nuestro trabajo".

TERCERA GENERACIÓN. Ana Marí es la tercera generación de esta empresa familiar y para ella es un "orgullo la buena imagen y prestigio de los servicios que ofrecemos, así como también el hecho de que hemos sabido adaptarnos a los nuevos tiempos. El principio de Pompas Fúnebres fue por una necesidad natural que tenía la sociedad de Eivissa y Formentera, de querer despedir a sus seres queridos". Con el paso de los años, se ha ido adaptando a los nuevos tiempos. Desde el punto de vista legal, por ejemplo, la norma que regula estos servicios es la Ley de Policía Sanitaria Mortuoria, "una norma que ha tenido varias modificaciones y cada vez es más estricta". Ana Marí considera que es "importante que todo esté bien regulado para que haya buena trazabilidad del servicio, pero sí es cierto que la responsabilidad recae totalmente en las empresas que nos dedicamos a los servicios funerarios y realmente llevar a cabo un servicio completo es complejo e intervienen otras autoridades y administraciones, como párrocos, sepultureros, ayuntamientos, juzgados y administración sanitaria, entre otros". En este sentido, Marí afirma que "hay cuestiones que no están claras con la última modificación del Govern de 1998, pero lo que importa es que podamos prestar un servicio profesional y seguro".

En cuanto a lo más complicado de su trabajo, Marí recalca que es "explicar la complejidad y el esfuerzo que supone prestar un servicio funerario, mantener a un equipo humano de profesionales disponibles para poder trabajar los 365 días al año y a cualquier hora en un servicio de especial sensibilidad". La gerente de Pompas Fúnebres resalta que uno de sus puntos fuertes que diferencia a esta empresa ibicenca de otras que dan el mismo servicio es, precisamente, el carácter familiar "y que nuestra prioridad es acompañar a las familias cuando acontece un fallecimiento. Nuestro objetivo es que cuando una persona tiene que acudir a Pompas Fúnebres y contrata el servicio, cuando termina nuestro trabajo esa persona o familia se quede con la sensación de haberse sentido a gusto, bien asesorada, comprendida y acompañada". En total, Pompas Fúnebres realiza al año 800 servicios.

Pompas Fúnebres Ibiza está viviendo actualmente una transformación con proyectos como el de la construcción del nuevo tanatorio de es Gorg. "Serán unas instalaciones más grandes, con más capacidad y con otra filosofía, la de compartir. Es bueno que despedir a un ser querido se pueda hacer desde la comodidad, vivir el duelo de forma más fácil, en un espacio más cómodo y natural, adaptado en tecnología a las necesidades actuales, como las pantallas de videocondolencias Vivo Recuerdo, que ya se pueden ver en el tanatorio de Sa Blanca Dona", explica Marí. También están impulsando el trabajo que realiza otra empresa del grupo, Arte Funerario Ibiza, dedicada a la decoración funeraria, aunque su actividad va más allá de las lápidas o tumbas. "Hemos innovado ofreciendo la posibilidad de personalizar las piedras con imágenes esculpidas en mármol o cerámica con imágenes u otro detalle que recoja la esencia del difunto con el fin de mantener un vivo recuerdo", concluye la gerente de Pompas Fúnebres Ibiza.