Si algún lector no sabe los resultados de las bolsas este último mes y viendo los malos datos macroeconómicos presentados (PMI manufactureros, inflación y PIB, especialmente el de Estados Unidos), las fuertes subidas de tipos, tanto en Europa como en Estados Unidos, las tensiones en Ucrania y, además, que es común creer que en verano la bolsa baja, pensará que las bolsas han tenido que caer de forma severa durante el mes de julio.

Sin embargo, prácticamente todos los índices importantes han cerrado en verde.
Donde más se ha visto este impulso ha sido en Wall Street, aunque también es cierto que era el mercado más castigado este año. De hecho el tecnológico Nasdaq continúa a la cola en cuanto a rentabilidades de 2022.

Precisamente, el Nasdaq con una espectacular subida del 12,55% ha sido la más rentable, seguida del S&P con un 9,11%. Algo más atrás, subiendo un 6,73% se ha situado el Dow Jones. Sin duda, los resultados empresariales que se están conociendo estos días y que llegan tras un castigo tan fuerte como el vivido en las bolsas americanas han servido de impulso.

En Europa ha habido variedad: subidas muy fuertes en el caso del CAC francés (+8,87%); del EuroStoxx (+7,33%), del DAX alemán (+5,48%) y del MIB italiano (+5,22%) y algo más moderados para el FTSE británico (+3,54%) mientras que el IBEX ha cerrado casi plano perdiéndose mucha de las subidas globales de este mes (+0,71%).

Hay varios aspectos llamativos en los mercados europeos de este mes. El «menos sorprendente» es ver cómo han pesado más los buenos resultados que están presentando las empresas que noticias macroeconómicas y otros factores geopolíticos.

Sí puede sorprender lo poco que está afectando la incertidumbre política en dos países quehan visto cómo sus respectivos primer ministro (Mario Draghi en Italia y Boris Johnson en Reino Unido) han presentado su dimisión.

En otros momentos podría haber provocado ventas en sus bolsas, sin embargo Italia ha visto una fuerte subida este mes y, aunque el mercado británico ha subido menos, es de destacar que haya recuperado los números verdes en 2022, algo muy lejano para otros.

En España la política ha influido más al atacar directamente a los beneficios de sectores tan pesados en el IBEX como las energéticas y, especialmente la banca: se han visto caídas del 19% en Bankinter, del 16% en Sabadell; 12,2% en Caixabank; 9,6% en Banco Santander o del 3,75% en BBVA.

Todavía es pronto para ver cómo se formaliza este «impuesto a la banca» y el impacto que tendrá en las cuentas de resultados y en las valoraciones de las cotizadas del sector, sin embargo el mercado ante una incertidumbre tan clara optó por las ventas.

Como suele pasar, en los países emergentes hemos visto resultados muy poco homogéneos: desde las caídas de las bolsas chinas, tanto la local como la de Hong Kong a las fuertes subidas del Sensex indio, Kospi coreano y Bovespa brasileño, este último quedándose muy cerca de entrar en positivo en 2022.
La incógnita es ver si se trata de un simple rebote o de un cambio de tendencia que no hay que descartar sabiendo que ha subido a pesar de las malas noticias y desde soportes muy relevantes para la mayoría de índices.