Icónica imagen de los búnkeres de es Trenc en la que se aprecia el retroceso de la costa debido a que el mar gana terreno a la arena de forma progresiva. | INGO THOR

Estas son las 10 conclusiones del Comité de Expertos para la Transición Energética y el Cambio Climático, que resumen el informe:

1. Si continuamos al ritmo de reducción de emisiones que se puede observar desde 2009, no se conseguirán los objetivos ni para 2030 ni para 2050. Hay que acelerar la transición energética y la reducción de emisiones, así como trabajar en estrategias de adaptación. El tiempo de actuar es ahora.

2. Los principales sectores emisores de gases de efecto invernadero en Balears son la generación de energía y el transporte. Juntos generan más del 80% de nuestras emisiones. Es por ello imprescindible centrar los esfuerzos en estos sectores.

3. La energía renovable generada en Balears supera solo el 1,5%. La transición energética en la generación de energía implica un despliegue importante de energías renovables, que en todo caso ocuparían un poco más del 1% del territorio. Es esencial que este despliegue se haga de manera ordenada y racional, con el máximo cuidado de los usos del territorio, los ecosistemas y el patrimonio cultural, priorizando las cubiertas existentes y favoreciendo la implicación ciudadana y el autoconsumo. Para llegar al objetivo fijado para 2039 había que instalar cada año 600 MW.

4. El sector que más energía consume y más emisiones genera es el transporte (terrestre, aéreo y marítimo). Es, por tanto, imprescindible afrontar una transformación de la movilidad terrestre que ha de ir más allá de los cambios tecnológicos o de combustible y que requiere un plan ambicioso en favor del transporte público y del transporte a pie, en bicicleta o en vehículos de movilidad personal. También es importante abordar el transporte marítimo y aéreo, muy ligados al modelo económico isleño, ampliamente focalizado en el turismo. No solo hay que plantear con urgencia una sustitución tecnológica para que los medios de transporte hacia las islas generen cero o casi cero emisiones, sino que también hay que reducir el flujo de visitantes que, además, generan un gran volumen de emisiones durante sus estancias.

5. La importación de alimentos producidos de manera industrial y agrotóxica genera emisiones, residuos, contaminación y despilfarro en toda la cadena. Balears cuenta con muchos factores que permitirían desarrollar una agroganadería sostenible socialmente y económicamente, y ambientalmente regenerativa, mejorando la seguridad y la soberania alimentaria, mitigando el cambio climático y adaptándose a la economía circular local.

6. Abordar de manera racional la emergencia climática en Balears implica necesariamente abordar el cambio de modelo que requiere el desarrollo de otros sectores no ligados a la actividad turística: agricultura y ganadería sostenibles y regenerativas, manufactura ligada a la recuperación de materiales y al residuo cero, tercer sector e inserción de personas vulnerables, atención a las personas, I+D+i, etc.

7. La poca disponibilidad de tiempo y de recursos hace necesario identificar las mejores medidas a adoptar, que han de ser aquellas que respondan mejor a las necesidades de las Islas y de su ciudadanía, a su realidad física y natural, y que sean eficientes tanto en el uso de recursos como en la reducción de emisiones. En este sentido, la electrificación del transporte y de muchos usos energéticos en los hogares, alimentada a partir de energías renovables, es una respuesta mucho más acertada que el despliegue del hidrógeno, que es muy poco eficiente y se debería centrar solo en aquellos usos limitados en los que puede tener sentido en Balears, como el transporte marítimo o la fabricación de ladrillos.

8. La profundidad de la transición a cumplir hace importante crear marcos de gobernanza que asocien a la ciudadanía en la definición de estos cambios y las medidas por adoptar. Las asambleas ciudadanas por el clima pueden ser instrumentos útiles en este sentido.

9. Una transición energética efectiva implica necesariamente una reducción de las desigualdades y una atención especial a las personas en situación más frágil de la sociedad. Ante la necesidad de recursos para afrontar el reto es importante que las personas físicas y jurídicas que más tienen aporten de forma consecuente para hacer posible y acelerar la transición y generar oportunidades para personas en situación de vulnerabilidad.

10. La transición energética necesaria para afrontar el cambio climático representa una oportunidad para construir unas Balears más resilientes, con mayor bienestar, con una ciudadanía más protegida ante los riesgos climáticos, económicos y sanitarios, una ciudadanía más sana, un medio natural más protegido, una economía diversificada y fundada en una mayor formación y capacitación de las personas, así como una menor dependencia del exterior.