A pesar de las malas noticias económicas, los principales índices europeos se alejan de sus mínimos.
Todas las bolsas europeas se mueven desde finales del año pasado al calor de datos de inflación y sus consecuentes subidas de tipos de interés, sin embargo, los mínimos de septiembre-octubre cada vez están más lejos.

¿Ha cambiado algo? Parece que la inflación se está controlando en muchos países, sin embargo los datos de Alemania y, por el peso del país germano, y zona euro siguen siendo malos, aunque también algo relajados desde sus máximos de octubre.

Es cierto que las materias primas están muy lejos de los máximos de febrero-marzo, cuando se tensionó por el comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania. Ese fuerte repunte en petróleo, gas, nikkel o trigo, entre otros, se relajó rápidamente pero aún así seguía siendo alto. De hecho, hay que tener muy en cuenta que ya llevaban subiendo desde meses antes escenario provocado por cuellos de botella en el suministro derivado de la apertura económica posCOVID.

A día de hoy todas las materias primas energéticas (excepto el gas, que está viviendo mucha volatilidad), industriales y agrícolas están por debajo de los precios a los que cotizaban al inicio de la invasión y algunas están incluso en negativo en 2022, especialmente en metales como el cobre, aluminio o zinc que pierden más de un 15% este año.

Todo esto hace que la inflación, como se ha comentado antes, se controle, sin embargo los problemas derivados del gas y los acuerdos de gasoducto ibérico, de barcos con gas licuado y, sobre todo, el supuesto sabotaje al Nord Stream y la paralización del Nord Stream II, hacen que Alemania viva un momento complicado.

En este escenario el Banco Central Europeo va a seguir subiendo tipos, pero parece que el mercado ya tiene descontados estos movimientos, de hecho los precios de deuda en mercado como bonos públicos o euríbor están muy por encima de los oficiales.

Lo que seguro que está provocando este escenario es una ralentización económica: las previsiones de crecimiento de PIB se van ajustando continuamente a la baja e indicadores adelantados como el PMI están en contracción (aunque justo esta semana se han publicado datos mejor de lo previsto, dentro de la contracción comentada).

Ante este escenario, ¿por qué suben las bolsas? Se profundizará en próximos artículos sobre la divergencia entre economía y bolsas, pero a modo introductorio y esquemático hay cinco motivos: (i) los resultados empresariales han sorprendido al mercado; (ii) las caídas de octubre a octubre pueden ser superiores al daño real a las empresas; (iii) las previsiones negativas están incluidas en los cálculos; (iv) la ralentización/recesión puede limitar la subida de tipos, incluso provocar bajadas y (v) en bolsa se analizan las empresas a varios años, si un año va mal podría no afectar a su valoración, si lo recupera posteriormente.

Con tanta incógnita es muy útil buscar soportes y resistencias clave de los principales índices para seguir viendo una tendencia alcista: para el IBEX el soporte sería 7.800 y las resistencias 8.400/9.200; para el DAX alemán 13.600 y 14.800/16.200; 3.800/3.600 y 4.400/4.540 para el EuroStoxx y 7.100 y 7.680 para el FTSE británico.