El CEO de la compañía niega que la subida de precios haya compensado los efectos de la inflación, puesto que «cuando vemos en las cifras oficiales que el gasto por visitante ha aumentado hasta el 12% y los gastos de la empresa ha aumentado hasta el 16%, interpretamos que este aumento se ha producido en el coste del transporte aéreo por la subida del carburante. Nosotros apenas hemos llegado al 5% en el incremento del precio. Sin embargo, los costes han aumentado por encima de la cifra oficial».
Lladó admite que existe la masificación, «unas islas con un millón de habitantes y reciben 17 millones ven sus infraestructuras y recursos afectados y con ella la relación de convivencia». Pero, piensa que «hay una variable que se nos escapa, hay quienes opinan que hay que para en seco y decrecer, otros opinan que hay que subsistir porque nuestras islas tienen una economía que depende del sector turístico, existe una realidad incómoda». Lladó compara la situación de llenar Balears de turistas con echar agua en una bañera sin tapón y defiende que «necesitamos menos turistas y que dejen más». Enlazando con el concepto de masificación el CEO expone que la tursimofobia es producto de la misma, aunque «tener fobia a nuestra fuente de ingresos es una boutade».
Para concluir, Lladó hace referencia a la modificación de la ley turística y afirma que «la realidad ha cambiado mucho después de la pandemia y el sector necesita una planificación que nunca se ha abordado. Además, el turismo ha cambiado». A lo que propone apostar por nuevas modalidades de turismo.
