Una frase que puede resumir cómo ha sido el año bursátil que nos acaba de dejar es: buenísimo para los índices, simplemente bueno para las bolsas. Parece una contradicción que se explica viendo las rentabilidades de la mayoría de índices bursátiles y, a su vez, profundizando en la evolución de sus diferentes componentes.

Por ejemplo, en Europa los dos índices que más han subido han sido el MIB italiano y el Ibex: 28,03% y 22,77% respectivamente, y ambos tienen un denominador común: están muy bancarizados. En el Ibex ha sido clave, puesto que BBVA y Santander se han revalorizado un 56,51 y un 40,53% respectivamente. Eso sí, por debajo de empresas con poco peso como Rovi (+72,10%), de alguna constructora como ACS (49,43%) pero sobre todo, por detrás de Inditex, otra de las grandes de nuestro selectivo que ha ganado un 65,32% siendo también una de las mejores aportantes a la evolución del Ibex.

En la parte trasera aparecen empresas con poco peso: las dos Acciona han perdido algo más de un 20% cada una y Unicaja, a pesar de ser banco, ha caído un 9,36%. Esta distorsión sectorial se confirma con el número de empresas que han obtenido una rentabilidad superior al Ibex: lo «normal» sería la mitad, sin embargo solo lo han conseguido 15. Es decir, un 37,5%. El resto de índices europeos también han tenido un buen comportamiento, especialmente tras el rally de diciembre: DAX alemán (+20,31%); EuroStoxx (+19,20%); CAC francés (+16,52%) y FTSE británico (+3,78%), éste último caso muy lastrado por el peso de un petróleo que ha sufrido mucho a pesar de ruidos que iban a su favor (Ucrania, Israel y reducción de la producción).

El impacto de sectores concretos ha sido mucho más relevante en Wall Street: las brutales subidas del Nasdaq (+53,81%) y del S&P (+24,23%) han sido muy superiores al genérico Dow Jones (+13,70%) y sobre todo al índice de pequeñas y medianas empresas, el Russell 2000, que gracias al Rally de Navidad ha subido algo más de un 15% (a cierres de noviembre ganaba «solo» un 5%). Allí los números muestran una dispersión mayor que en Europa: el 72% de empresas del S&P 500 no han conseguido más rentabilidad que el índice y el 43% han cerrado en rojo. Por lo tanto, estas fuertes subidas vienen de pocas empresas, de hecho se ha acuñado el término «7 magníficas» para hablar de NVIDIA, Meta (Facebook, Instagram…), Tesla, Amazon, Alphabet (Google), Microsoft y Apple. Las rentabilidades de este grupo ha sido muy superior al índice (el promedio de las 7 es del 105%), y por peso en los mismos ha sido la causante de estas subidas extraordinarias.

Fuera de estas zonas, otro índice que también lo ha hecho muy bien ha sido el Nikkei japonés (+28,24%), aunque para el inversor español que no haya comprado vía fondos con divisa cubierta no lo ha disfrutado tanto debido a la depreciación del yen.

Por último, entre los países emergentes vemos, como casi siempre, mucha diversidad: subidas del Bovespa brasileño, del Sensex indio o del Kospi coreano del 22,28%; 18,74% o 18,73% respectivamente. Pero también las caídas de la bolsa china: el Hang Seng de Hong Kong se ha dejado un 13,84% en 2023.