Jaume Mairata explica la evolución de la empresa. | Aina Ambrosio

Un pequeño taller situado en una cochería de Son Ferriol vio nacer Industrias Mairata. Biel Mairata era un herrero meticuloso especializado en carpintería metálica. Hoy, su hijo Jaume continúa con el negocio, que con el paso de los años ha ido creciendo. Industrias Mairata cuenta ahora con casi un centenar de trabajadores y ha abierto también una sede en Eivissa para ofrecer el mejor servicio a los clientes de las Pitiüses. Transpira orgullo cuando se refiere a los trabajadores, puesto que es consciente que el éxito es, fundamentalmente, de ellos. Destaca sin dudarlo su alto grado de compromiso con la empresa. Mairata transpira amor por su trabajo. «Nos volcamos en todos los proyectos que hacemos. Tratamos con cariño los trabajos, los materiales y a los clientes. En este sentido, cumplimos siempre con los plazos pactados y ofrecemos un servicio posventa impecable. Nuestro compromiso con el cliente se mantiene en el tiempo», asegura. «Mi padre empezó como herrero», señala Mairata y recalca que «nosotros somos herreros» cuando es interrogado sobre si también trabajan la madera.

El primer gran paso adelante se produjo cuando la empresa se trasladó a sus actuales instalaciones en la carretera de Manacor a mediados de los 80, aunque no fue hasta mucho después cuando llegó un nuevo impulso. «Industrias Mairata ha estado enfocada durante muchos años en las grandes obras. Hemos trabajando en Son Llàtzer, Son Espases o el Palau de Congressos de Palma para citar solo algunos ejemplos», señala Jaume.

La crisis del 2008, que Industrias Mairata comenzó a notar en el 2010, fue determinante para que la apuesta iniciada cinco años antes se redoblara. «En torno al 2005 comencé a interesarme por la carpintería minimalista», explica y asegura para definirla que «es un tipo de carpintería que tiene como principal virtud que no se ve». «Menos, pero mejor», podría ser el lema, indica Jaume, que señala orgulloso que ‘Home of horizon’ es la marca propia de Industrias Mairata. «Aprendimos con Vitrocsa, la marca suiza de referencia de la carpintería minimalista. Fuimos sus representantes en Balears, pero en el 2013 sacamos nuestro propio sistema, que denominamos ‘Home of horizon’. Es nuestra marca de carpintería minimalista. El mundo minimalista estaba enfocado fundamentalmente al aluminio y nosotros quisimos dar un paso más y utilizar la fibra de vidrio y la fibra de carbono. Estos materiales pasaron a integrarse con el aluminio para, a través de la innovación, conseguir combinarlos para tener lo mejor de los dos mundos», indica.

En este sentido, la carpintería minimalista está preparada para los grandes formatos, tan habituales en los unifamiliares premium. La carpintería metálica está íntimamente ligada al vidrio. «No somos cristaleros, aunque trabajamos con el vidrio que sea necesario, por complicado que sea, para la carpintería», indica. El ecosistema de la carpintería minimalista es diverso y cuenta múltiples y diferentes aristas. «Hay determinados tamaños que solo se fabrican en Suiza. Existe también un cristal que desaparece en el suelo. Es de la marca Hirt, que nosotros distribuimos e instalamos por toda España. Y también existe, por ejemplo, una marca de carpintería minimalista con triple acristalamiento. Es una demanda de algunos clientes, puesto que en su país de procedencia es necesario. Nuestra marca, ‘Home of horizon’, está pensada para el clima mediterráneo en el que un doble acristalamiento es suficiente. Nuestra carpintería compite con las mejores. En el mercado del lujo, la carpintería minimalista tiene una gran demanda», asegura.

Industrias Mairata cuenta con unas instalaciones modernas, con fabricación robótica y toda la tecnología imprescindible para trabajar con seguridad y eficiencia. Los plazos de entrega varían, pero Mairata asegura que cumplen siempre con lo pactado. «Desde el momento en el que podemos tomar medidas pasan un máximo de doce semanas hasta la entrega. Me gustaría que fueran ocho o nueve semanas y trabajamos para que sea así en un futuro cercano», indica.

Respecto al futuro, Mairata asegura que han conseguido un nivel de aprendizaje excelente y que serán los arquitectos los que marquen las nuevas tendencias. No entra en los planes de la empresa, al menos por ahora, abrir nuevas sedes, aunque confiesa que sí están estudiando llegar hasta la península. «Fabricaríamos aquí y exportaríamos el producto. No pensamos en instalarlo nosotros. Creo que podemos ser competitivos. Evidentemente, la insularidad tiene un precio, pero no lo es todo cuando nos referimos a un producto de muy alta calidad», señala finalmente.