El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, anunció que el año próximo se acometerán importantes recortes en el gasto público. | STR

El Gobierno de coalición británico quiere privatizar o vender Royal Mail, el servicio de correos del Reino Unido que siempre ha sido público, según anunció el secretario de Empresa, Vince Cable.

La decisión se fundamenta en las recomendaciones del ex vicepresidente del regulador de comunicaciones Ofcom, el empresario Richard Hooper, quien, a petición del Ejecutivo, elaboró un informe en el que advierte de la necesidad de una «acción urgente» para proteger el servicio.

Se trata de una versión actualizada de otro informe que encargó en su momento el anterior Gobierno laborista, que tuvo que aparcar sus planes de privatizar parcialmente el servicio debido a la gran oposición de la opinión pública.

El informe de Hooper sostiene que la posición financiera de Royal Mail ha empeorado desde que se redactó el primer informe y que el déficit de 10.000 millones de libras en las pensiones de la compañía es cada vez más insostenible.

Capital privado

Por eso, Hooper aconseja una inyección de capital privado en el negocio y argumenta que eso podría facilitar la modernización del servicio postal.

Por su parte, Cable recordó que Royal Mail afronta una serie de retos «letales», como la caída del volumen de correo, la baja inversión, la falta de eficiencia y una «nefasta» situación de las pensiones.

«Estamos decididos a proteger Royal Mail para el futuro y ayudarle a manejar esos desafíos, y lo haremos con una nueva legislación que esperamos que se apruebe en otoño», precisó Cable.