Angela Merkel pronuncia un discurso durante un congreso del sindicato IG Metall. | FRANZISKA KRAUFMANN

La canciller alemana, Angela Merkel, criticó ayer la negativa del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a establecer una tasa sobre las transacciones financieras, conocida popularmente como la «tasa Tobin». Las declaraciones de Merkel se producen en vísperas de la cumbre del G-20.

«No puede ser que aquellos que desde fuera han exigido una y otra vez a los países de la eurozona una acción conjunta, se nieguen a la introducción de una tasa conjunta a las transacciones financieras», aseguró la jefa del Gobierno alemán en un discurso ante el sindicato metalúrgico IG Metall en Karlsruhe (suroeste del país). Además, la canciller afirmó que no se puede descartar una quita de la deuda griega, pero subrayó que antes de adoptar cualquier decisión se han de analizar cuidadosamente sus ventajas y desventajas.

Impensable

«Nada puede ser declarado como impensable, pero todo debe ser analizado teniendo en cuenta sus riesgos», agregó Merkel, que a continuación señaló que sería una «irresponsabilidad» recurrir a un recorte de la deuda helena «como un acto de desesperación». Además, la canciller trató de rebajar las grandes expectativas creadas en torno a la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) y la eurozona, prevista para los próximos 23 y 24 de octubre en Bruselas.

Ayer por la tarde se inició la reunión de titulares de Finanzas del G-20 que se desarrolla en París bajo la presidencia francesa, en preparación de la cumbre de comienzos de noviembre en Cannes. La cumbre termina hoy.