El jueves pasado, un torbellino se formó en el estuario del río Tajo, cerca del área metropolitana de Lisboa. Este fenómeno atmosférico provocó la caída de varios árboles y causó daños parciales en algunas viviendas y comercios. Portugal ha estado experimentando los efectos de la borrasca ‘Nelson’ desde el miércoles, con fuertes lluvias y vientos, especialmente en el área metropolitana de Lisboa y en el Algarve, al sur del país. A pesar de los daños materiales, no se han registrado víctimas.

El portavoz de la Autoridad de Emergencias y Protección Civil de Portugal, Pedro Araújo, explicó que el tornado se originó cerca del puente Vasco da Gama al comienzo de la tarde. Durante aproximadamente 30 minutos, se hizo sentir en ambas orillas del río Tajo, aunque su impacto fue más notable en la orilla más alejada de la capital.

El torbellino derribó árboles y postes de comunicación a su paso, afectando viviendas y comercios. Algunos edificios tuvieron que ser evacuados, pero afortunadamente no hubo víctimas.