Cristina Garmendia, titular de Ciencia e Innovación, en una comparecencia pública reciente. | Mondelo - EFE - EFE

El Congreso de los Diputados aprobó ayer, con la oposición de IU, ICV y UPyD, la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que ahonda en la coordinación y en la internacionalización del sistema de ciencia, apuesta por una mayor implicación de lo privado y prevé la retención de talento.

La ley, que sustituye a la de 1986, se aprobó con 289 votos a favor y tres en contra, después de dos años desde que se hiciera público su primer borrador, al que se han ido incorporando modificaciones de los agentes científicos y los grupos.

La ley, que define el sistema español de ciencia, tecnología e innovación como un «sistema de sistemas», en referencia al papel en la I D i de las comunidades autónomas, hace hincapié en la innovación y emplaza al Gobierno a crear dos estrategias: la de Ciencia y Tecnología, y la de Innovación (ambas ya están en marcha).

Promueve la movilidad de los investigadores, propone tres modalidades de contrato -ninguno indefinido- y la creación en un año y con coste cero de la Agencia Estatal de Investigación.

«Un país de innovación»

La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, afirmó que con esta norma el país aspira a ser, además de un país de ciencia, un país de innovación.

«Es un gran día para la ciencia española, espero que suponga un punto de inflexión en cuanto al rendimiento y calidad del sistema», remachó la ministra.

Garmendia, quien valoró el consenso y el trabajo de los parlamentarios, dijo que prevé «años de estabilidad», espíritu que permanecerá a la hora de implantar y desarrollar las reformas.

Para la titular de Ciencia, hay algunos aspectos principales: la ley consigue un trabajo más estable para los científicos jóvenes, ya que cambia becas por contratos, y una carrera científica más predecible y perdurable que permitirá que la edad media de los científicos que opositen para un puesto fijo baje de 39 a 34 años. Además, mejora la calidad del sistema, aumenta la implicación de las empresas y apuesta por la excelencia.

Preguntada por el coste cero de la agencia, la ministra, quien matizó que «siempre tendrá algún coste», relató que esto se conseguirá convirtiendo la Dirección General de Investigación y Gestión del Plan Nacional de I D i en agencia y agregó que el nombre de quién la dirigirá será consensuado.