La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha advertido de que el país tiene «la obligación de reducir el déficit». | Maria Nadal

Con más o menos contundencia y por escasa diferencia en el tiempo, miembros del Gobierno y del PP confirman que el ajuste presupuestario que viene será drástico y profundo aunque evitan todavía dar ninguna cifra de recorte. Y es que las circunstancias obligan teniendo en cuenta el dato final del déficit público (8,51%) de 2011 que este lunes anunció el ministro Montoro.

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España deberá «redoblar esfuerzos», admitió el ministro de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, que ha reconocido que la desviación de más de dos puntos y medio porcentuales respecto al objetivo de déficit es un dato «malo» y "complicado" que hace que España incremente su esfuerzo de consolidación fiscal.

Mensaje más matizado de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que, sin embargo, ha advertido de que el Ejecutivo deberá presentar unos presupuestos «austeros, ajustados y realistas» que transformarán «radicalmente» la forma de gestionar los recursos públicos. Desde el PP, su portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso, ha confirmado las intenciones del Gobierno: el paquete de recortes será «sin precedentes».