La Unión Europea confirmó el desvío fiscal español en 2011 del que había alertado el Gobierno de Mariano Rajoy -un déficit público del 8,5 % en lugar del 6 % previsto-, lo que despeja todas las dudas sobre la validez de las cifras. La cifra de déficit española es la tercera más elevada de la Unión Europea tras la de Irlanda (13,1 % del PIB) y la de Grecia (9,1 %), países que han necesitado un rescate.

La deuda estatal española, por su parte, alcanzó en 2011 el 68,5 % del PIB, ocho puntos y medio más de lo que permite el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), lo que sitúa a España entre los catorce países que incumplen las normas comunitarias.

Supervisión

La Comisión Europea no quiso anticipar acontecimientos y explicó que sólo decidirá si España necesita ser sometida a mayor supervisión fiscal comunitaria una vez se hayan publicado las previsiones económicas de primavera el próximo 11 de mayo, pero que de momento «continúa supervisando la situación».

El déficit de 2011 fue, no obstante, menor que el de los dos años precedentes -9,3 % y 11,2 %, aunque casi el doble que en 2008 (4,5 % del PIB). La deuda, en cambio, ha mantenido una tendencia alcista en los últimos cuatro años: 40,2 % en 2008; 53,9 % en 2009; 61,2 % en 2010 y 68,5 % en 2011.

El agujero en las cuentas públicas españolas llegó en 2011 a los 91.344 millones de euros por el déficit (frente a los 98.166 del año anterior) y a los 734.961 millones en materia de deuda (por encima de los 643.136 de 2010).