La Generalitat Valenciana acordó ayer solicitar la adhesión al fondo de liquidez autonómico para hacer frente a vencimientos de deuda y pagos a proveedores, una iniciativa que no supone «ningún rescate», según defendieron tanto el Gobierno central como el autonómico.

El Consejo de Ministros creó el pasado 13 de julio este fondo, que cuenta con 18.000 millones de euros y se trata de un mecanismo de carácter temporal y voluntario, al que pueden acogerse aquellas autonomías que requieran liquidez.

Si bien no indicó la cuantía total que el citado fondo de liquidez aportará a las arcas valencianas, el vicepresidente del Ejecutivo regional, José Císcar, se mostró confiado en que «será suficiente para cubrir los vencimientos de deuda».

La adhesión a este mecanismo, condicionada a la previa aprobación del Ministerio de Hacienda, supone la aceptación del «control financiero y fiscal por parte del Gobierno central», explicó Císcar.

Asimismo, aseguró que esta adhesión no implicará «nuevos ajustes en 2012», más allá del plan de estabilidad aprobado por el Gobierno valenciano en abril.

En un comunicado posterior, el Gobierno valenciano aclaró, ante «las falsas informaciones aparecidas» en algunos medios de comunicación, que la Comunidad Valenciana «no ha pedido ningún rescate» económico.

Igualmente, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, insistido en que la Comunidad Valenciana no ha pedido su intervención, sino su adhesión al citado fondo de liquidez, lo que obligará a la Generalitat a «nuevas condiciones» para tener acceso a esa liquidez.

La valenciana es la primera comunidad autónoma que solicita adherirse al mecanismo especial, después de encontrar muchas dificultades para financiarse en los mercados.