El temor a que España no sea capaz de salir adelante sin la ayuda del Banco Central Europeo (BCE) y se vea abocada a un rescate provocó ayer una jornada de infarto en los mercados, con fuertes caídas que se suavizaron, no obstante, al cierre. La prima de riesgo -termómetro de las dudas que genera un país- cerró ayer en la posición más alta desde que se implantó el euro, 632 puntos básicos, aunque durante la sesión llegó a tocar los 644 puntos.

Esta alza es consecuencia de un repunte del rendimiento del bono nacional a diez años hasta el 7,498%, un nivel que muchos expertos consideran insostenible, y que ha provocado un cierto pánico ante la posibilidad de que España se vea abocada a un rescate. Fruto de esta situación, la Bolsa española llegó a desplomarse durante la jornada más de un cinco por ciento, y el Ibex 35 cayó hasta niveles desconocidos desde principios de 2003.

Al cierre, no obstante, la caída se suavizó al 1,10%, hasta 6.177 puntos, gracias a la decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de prohibir de nuevo y de manera temporal, como ocurrió hace unos meses, la venta al descubierto de todos los valores de la Bolsa, en un intento de impedir la especulación. Esta medida favoreció sobre todo a la cotización de la banca española, que cerró con subidas.

Fuertes descensos

Al cierre de la sesión, el resto de mercados europeos también sufrieron fuertes descensos, que alcanzaban el 2,76% en Milán -inmersa como España en fuertes dudas sobre su futuro, el 2,89% en París, el 2,09% en Londres y el 3,18% en Franfurt.

Otro elemento que permitió frenar el pesimismo de la sesión fue el anuncio de que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y su homólogo en el Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, discutieron ayer en un almuerzo de trabajo la respuesta de la Unión Europea a la crisis.

En los mercados persiste de momento un gran nerviosismo que obedece, según los analistas, a la convicción de que España no podrá cumplir sus objetivos de déficit dada la delicada situación de algunas comunidades autónomas, que se plantean en algunos casos pedir auxilio financiero, como ha hecho la Comunitat Valenciana.