La Policía Local patrulla. Imagen de archivo. | Redacción Sucesos

Una pelea a botellazos entre una pareja y la hija de la mujer, de 12 años, abandonada en una casa llena de cucarachas y con olor a orina de gato fue el escenario que se encontró la madrugada del pasado lunes en el distrito de Puente de Vallecas la Policía Municipal de Madrid, que detuvo a los dos implicados en la reyerta.

Eran sobre las 6.00 horas cuando los vecinos de la calle Almonacid llamaron a la Policía al presenciar una pelea entre un hombre y una mujer, que se estaban agrediendo con botellas de cristal, ha adelantado la prensa de Madrid y han confirmado a EFE fuentes del cuerpo local. Cuando los agentes llegaron al lugar la reyerta se había trasladado a un inmueble, donde un reguero de sangre les condujo hasta una vivienda.

Tras la insistencia de los policías, un hombre de 43 años nacido en El Salvador les abrió la puerta con un corte en la frente y la cara ensangrentada. Al fondo del pasillo, una mujer visiblemente alterada, hondureña de la misma edad que el varón, abrazaba a su hija de 12 años, que lloraba desconsoladamente. Los dos miembros de la pareja estaban en un estado evidente de embriaguez y se acusaban entre sí de haber sido agredidos.

Los agentes quisieron hablar con la niña, quien les contó que su madre -el hombre no era su progenitor- se había marchado de la casa a las 21.00 horas y, al volver casi nueve horas después, se había peleado con su actual pareja. La mujer confesó que tanto ella como el hombre habían acudido por la noche a la celebración de un cumpleaños en un piso cercano y después habían continuado la fiesta en una discoteca.

Así las cosas, la Policía Municipal detuvo al varón acusado de un delito de violencia de género y a ella como presunta autora de un delito de malos tratos en el ámbito familiar y otro de abandono de menor. Pero alguien tenía que hacerse cargo de la niña, por lo que los agentes contactaron con su padre, quien tampoco estaba en condiciones de quedarse con la menor al encontrarse igualmente ebrio. Finalmente, la niña fue trasladada a un centro de primera acogida de la Comunidad de Madrid.