La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal, con la detención de una persona y la investigación de dos, dedicado a estafar a personas vulnerables de avanzada edad en Barcelona, Tarragona, Madrid y Valladolid, después de que uno de los integrantes simulara ser empleado de una empresa de electricidad.

En abril de 2023 se interpuso una denuncia en la comisaría de distrito de Delicias de Valladolid por parte de los responsables de una empresa vallisoletana dedicada a la comercialización de suministros de luz, gas y telefonía, han informado este viernes fuentes policiales.

Al parecer, alguien, que se hacía pasar por un trabajador de la empresa, estaba utilizando sus líneas para realizar llamadas telefónicas a través de voz IP con el fin de contactar con personas de edad avanzada y estafarles en la contratación de dichos suministros.

Según ha recogido Efe, el Grupo de Ciberdelincuencia de la Brigada Provincial de Valladolid inició una investigación para establecer la forma de actuar utilizada por los estafadores, así como identificar a los autores de los hechos.

Un miembro de la organización llamaba por teléfono a clientes de comercializadoras de servicios de empresas de suministros conocidas, que se habían cambiado recientemente de compañía, y les informaba de que tenían una deuda importante por no respetar un supuesto contrato de permanencia existente con su anterior comercializadora.

Entonces se les exigía el pago de una cantidad de dinero de forma urgente y apremiante, que les sería devuelto si hacían el abono rápidamente.

El miembro del grupo criminal que realizaba las llamadas era un extrabajador de una empresa de este sector, que dominaba perfectamente su dinámica y su funcionamiento, experiencia de la que se servía para ganarse la confianza de las víctimas potenciales.

Se trababa de personas con escasos conocimientos de la operativa bancaria, por lo que el supuesto autor guiaba a las víctimas paso a paso, con el objeto de que hicieran los pagos que les pedían, resultando finalmente estafadas.

Para hacer más creíbles las llamadas, los estafadores utilizaron de forma fraudulenta la conexión de internet de la empresa de Valladolid dedicada a la comercialización de suministros, de tal forma que las víctimas creían que estaban hablando en todo momento con un teleoperador de dicha empresa al ver reflejado el número de la llamada en su terminal.

Las investigaciones dieron como resultado la identificación de siete víctimas que fueron engañadas, haciendo el pago en cuentas controladas por el grupo criminal, tres de ellas residentes en las provincias de Barcelona, dos en Tarragona, una en Valladolid y otra en Madrid