¿Cuál es el tipo de café más saludable? | Pexels

El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, solo superada por el agua, solo hace falta tratar de calcular cuantas tazas de esta bebida se sirven al día. Su popularidad se debe a la amplia gama de posibilidades que ofrece, desde la variedad de granos hasta los diferentes métodos de preparación y combinaciones con leche o bebidas vegetales. Cada persona y situación tiene su café ideal, con características organolépticas únicas y diversos efectos en la salud.

Para ayudarte a elegir un café más saludable, en Elle han consultado con a Andrea Calderón, nutricionista y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA). En resumen, sugiere optar por café molido tostado a temperaturas moderadas, sin procesamientos adicionales ni ingredientes añadidos.

La cafeína, a menudo demonizada, en realidad tiene efectos positivos en la salud, incluyendo mejoras en el rendimiento mental y cognitivo, siempre y cuando se consuma en cantidades moderadas. Se recomienda no exceder los 200 mg de cafeína al día, equivalente a aproximadamente 3 tazas.

Además de la cafeína, el café es rico en antioxidantes como el ácido cafeico y el ácido clorogénico, que ofrecen beneficios para la salud, como la reducción de la inflamación y la prevención de enfermedades cardiovasculares. Se sugiere optar por cafés de tostado ligero para conservar mejor estos antioxidantes.

El tostado del café puede generar compuestos no deseados como el furano, considerado un posible carcinógeno. Sin embargo, las cantidades seguras de furano están presentes en todos los cafés, aunque se incrementan con el tostado más intenso. Se recomienda un tostado a aproximadamente 140º durante 20 minutos para reducir la formación de furano.

El café natural es preferible al torrefacto, ya que este último se tuesta con azúcar, generando componentes indeseables como la acrilamida, considerada carcinógena. Además, el café torrefacto tiende a ser más amargo y se asocia con un mayor consumo de azúcar añadida.

El método de preparación también influye en la salud del café. El filtrado es la opción más recomendada, ya que reduce los niveles de acrilamida y elimina sustancias que aumentan el colesterol "malo". Por el contrario, el café soluble puede contener aditivos no deseados, por lo que se recomienda verificar que sea 100% café.

En cuanto a las cápsulas de café, su impacto ambiental es motivo de preocupación, pero en términos de salud, lo importante es verificar que el contenido sea 100% café y no contenga otros ingredientes como azúcar o leche en polvo.

En resumen, la clave para un café saludable radica en evitar el exceso de azúcar añadida y acompañamientos poco saludables. Optar por café natural, preparado mediante métodos de filtrado, y leer cuidadosamente las etiquetas puede contribuir a una experiencia de café más saludable.