La obesidad en España se ha convertido en un problema de salud pública de creciente preocupación. Según datos recientes, el porcentaje de la población adulta que sufre de obesidad se ha incrementado significativamente en las últimas décadas, situando a España entre los países europeos con mayor prevalencia de esta condición.

Las cifras de sobrepeso y obesidad en España son altas. Más de la mitad de los adultos y un tercio de los menores presentan exceso de peso, mientras que la obesidad afecta al 10% de los niños y adolescentes y al 18,7% de los mayores de 18 años. Estos datos provienen de encuestas recientes como la ENE-COVID de 2020.

Esta situación no solo supone un riesgo aumentado para la salud individual, con enfermedades asociadas como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, y diversos tipos de cáncer. También implica un considerable impacto económico en el sistema sanitario debido al incremento en la demanda de tratamientos médicos y quirúrgicos.

Procedimientos médicos contra la obesidad

La lucha contra la obesidad ha evolucionado a lo largo de los años, pasando de recomendaciones generales sobre dieta y ejercicio a intervenciones médicas y quirúrgicas más específicas y efectivas.

La cirugía bariátrica ha sido históricamente una de las soluciones más efectivas para combatir la obesidad severa. Es decir, para pacientes con un índice de masa corporal (IMC) superior a 35. Esta intervención no solo permite una significativa pérdida de peso, sino que también la mejora o remisión de enfermedades asociadas.

Los especialistas señalan que la cirugía bariátrica no debe ser vista como un método fácil para perder peso. Explican que es una herramienta efectiva para aquellos pacientes que, debido a su situación, no han logrado resultados con métodos tradicionales.

Además, los expertos de este campo también subrayan la importancia de acudir a estos procedimientos sin miedo y en el momento adecuado para evitar complicaciones derivadas de la obesidad mórbida.

Es importante destacar que, tradicionalmente, este tipo de cirugía presentaba un riesgo elevado debido a la necesidad de realizar grandes incisiones y a las complicaciones asociadas. Sin embargo, las últimas décadas han traído consigo avances significativos en las técnicas quirúrgicas, transformando radicalmente este panorama.

Avances en las técnicas quirúrgicas contra la obesidad

La introducción de la cirugía mínimamente invasiva ha supuesto una auténtica revolución en el campo de la cirugía bariátrica. Gracias a ello, técnicas como la gastrectomía vertical y el bypass gástrico, que antes requerían grandes incisiones, ahora se pueden realizar a través de pequeños orificios en el abdomen.

La gastrectomía vertical consiste en extirpar una parte del estómago para reducir su tamaño y limitar la cantidad de alimento. Así la persona se siente llena con menos comida.

El bypass gástrico, por su parte, crea un estómago pequeño y une el intestino delgado directamente a este estómago pequeño. De esta forma la comida no pasa por el resto del estómago original ni por la primera parte del intestino delgado.

Las ventajas de este abordaje mínimamente invasivo son la disminución del dolor después de la operación y de las complicaciones, lo que ayuda a acelerar la recuperación. Además, al no tener que abrir toda la barriga, disminuye el riesgo de infecciones u otras complicaciones graves. Esto ha hecho más segura y exitosa la cirugía contra la obesidad.

Nuevas formas de tratar la obesidad

Queda claro que la cirugía contra la obesidad ha experimentado un cambio drástico en los últimos años. Ha dejado de ser un procedimiento de alto riesgo para ser uno bastante seguro.

Pero además de las opciones quirúrgicas, han surgido tratamientos innovadores, seguros y efectivos para la pérdida de peso. Entre estas innovaciones destaca el balón gástrico ajustable de Spatz, un dispositivo de última generación que representa un cambio significativo en el tratamiento de la obesidad.

Este balón gástrico se inserta en el estómago mediante un procedimiento ambulatorio no invasivo de tan solo 15 minutos, sin la necesidad de incisiones ni hospitalización. De este modo, este enfoque minimiza considerablemente los riesgos asociados con los procedimientos quirúrgicos tradicionales y ofrece una opción de tratamiento más segura para los pacientes.

Una de las características más revolucionarias del Spatz3 es su capacidad de ajuste. A diferencia de los balones gástricos tradicionales, que pierden efectividad después de algunos meses, el volumen del Spatz3 puede incrementarse o disminuirse según las necesidades del paciente.

Así, gracias a este ajuste, es posible extender el tratamiento hasta un año. Esto ofrece una ventana más amplia para la modificación del comportamiento alimenticio y asegura resultados más sostenibles en el tiempo. Si bien el precio de un balón gástrico como el Spatz3 es una inversión importante, los beneficios a largo plazo para la salud del paciente pueden ser mucho más valiosos.

La lucha contra la obesidad ha avanzado considerablemente, gracias a lo cual ofrece a los pacientes opciones de tratamiento más seguras y efectivas.

La cirugía bariátrica, en particular, lejos de ser una solución de alto riesgo, se ha consolidado como un procedimiento seguro y eficaz para aquellos que sufren de obesidad severa y sus enfermedades asociadas. Paralelamente, innovaciones como el balón gástrico ajustable de Spatz abren el camino hacia tratamientos menos invasivos con excelentes tasas de éxito.

Es fundamental que los pacientes busquen la orientación de profesionales acreditados y se informen sobre las opciones disponibles, incluyendo los avances más recientes en el tratamiento de la obesidad.

La decisión de someterse a una intervención quirúrgica o a tratamientos alternativos debe tomarse con un entendimiento claro de los beneficios, riesgos y compromisos a largo plazo, siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida y salud general.