Los hechos ocurrieron en una pizzería de Huesca en la noche del pasado domingo. El restaurante de Domino’s Pizza ha rescindido el contrato del camarero que identificó una mesa como la de «pareja de chicas gitanas».
Dos vecinas de la zona, de 25 y 26 años, que son primas, ocurrieron al establecimiento como habitualmente, tras abonar su consumición se marcharon. De camino a casa, una de ellas comprobando el ticket descubrió que el camarero las había calaificado como «mesa gitana».
Regresaron al establecimiento y aunque la encargada les pidió disculpas dejaron constancia de lo ocurrido en el libro de reclamaciones.
Según señala El Mundo, el hecho fue denunciado por Manuel Giménez, el padre de una de ellas y prior de la Cofradía de los Gitanos de Huesca, quien compartió una captura de la factura en redes sociales.
Desde la Fundación Secretariado Gitano expresaron que «no es aceptable segregar o identificar a nadie por pertenecer a una etnia o a un colectivo o por tener unas características físicas determinadas».
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