Un estruendoso ruido sorprendió a los vecinos de West Vancouver, Canadá, el pasado 25 de marzo. Para sorpresa de los vecinos se trataba del aparatoso choque de un Lamborghini Huracán en una autopista cercana, pero lo más llamativo es que cuando llegó la policía, el conductor se había dado a la fuga.
La búsqueda de los responsables condujo a un desconcertante descubrimiento: el culpable del accidente era un niño de tan solo 13 años, que con tal de impresionar a sus amigos fue capaz de arrancar el vehículo de su garaje.
Entre su falta de experiencia al volante y las condiciones meteorológicas adversas la situación se complicó, y el impacto terminó con el capó destrozado, faros desaparecidos, ruedas inutilizables y un impacto considerable en el lateral y la parte trasera.
Ahora, el joven se enfrenta a una serie de cargos graves, incluyendo exceso de velocidad, conducción temeraria, abandono del lugar del accidente y manejo de un vehículo sin licencia válida. Además de asumir la responsabilidad de los daños materiales, el adolescente deberá afrontar las consecuencias legales de sus acciones, lo que podría tener un impacto significativo en su futuro.
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Que alguien que se hace llamar periodista utilice la expresión "lambo" en un titular da entre pena y risa.
Es como fack