David Pascoe.

David Pascoe, un millonario de 61 años (en agosto cumple 62), ha tomado la decisión de rejuvenecerse hasta 38 años. Y no es la primera persona que lo hace, sino que Bryan Johnson, otro millonario también tomó previamente una decisión similar con tal de vencer al envenjecimiento.

Pascoe, integrante del elitista grupo de ‘biohackers’ ha querido darle la vuelta a su existencia cambiando su edad biológica. Este plan, milimétricamente diseñado y sin margen para la sorpresa, al que dedica unos 30.000 dólares anuales, arranca todos los días cuando se levanta, al hacerlo sin alarmas. Antes de levantarse se conecta a un aparato que mejora su circulación sanguínea y después realiza una tabla de estiramientos para la parte baja de la espalada.

«Considero que mi cuerpo es como un preciado caballo de carreras o un vehículo de alto rendimiento. Sólo voy a tener un cuerpo para toda la vida, así que, como cualquier otra posesión valiosa, lo trataré con reverencia e invertiré profusamente en cuidar su apariencia, rendimiento, combustible, cuidado y mantenimiento. ¡Solo desearía haber sabido y aplicado tolo lo que sé ahora hace décadas!», afirma Pascoe.

El millonaria arranca la mañana con una extensa lista de 150 complementos al día que reparte de durante la jornada y escucha sus podcast favoritos. Asimismo, según detalla El Mundo, sigue con disciplina soviética una rutina que contempla (no siempre en este mismo orden): cinco minutos de saltos en una mini cama elástica; 15 minutos de estiramientos; otros 15, de foam roller; tabla de inversión, cinco minutos; cepillado de dientes; raspado de lengua; lavado de cara; y báscula".

Pasocoe continúa con su apretada agenda para este tratamiento, ya que tiene que exponerse brevemente al sol, hacer un paseo o una carrera al aire libre (en invierno lo hace en una cinta estática), tabla de ejercicio, sauna, sesiones con dispositivos varios, ducha y rutina de belleza. Añade también donaciones de plasma cada dos o tres semanas y tratamientos de oxigenoterapia hiperbárica (HBOT).

En su desayuno, de lunes a viernes come plátano verde y 'bowl' de chía, nueces y bayas (frambuesas, goji, arándanos, etc) con leche de almendra. Sábado, plátano verde, tortilla de cuatro huevos con champiñones. Domingo, tortilla con huevo extra y setas.

Según el medio citado anteriormente, Pascoe confiesa que, a veces, no tiene tiempo para almorzar pero, cuando lo hace, el plato fuerte suele ser una lata de conservas: sardinas salvajes, mejillones, ostras o caballa. Gambas, aguacates y una ensalada (de espinacas 'baby', mezcla de brotes, lentejas, guisantes, etc), manzanas verdes, peras y naranjas completan un menú.

En cuanto a la tarde, escucha podcast o audiolibros y ve YouTube, para luego seguir con su cena entre las 15 y las 17 horas, con una ración de proteínas y algo de arroz basmti, quinoa, brócoli, zanahorias, cebolla y setas.

Tras tomar otros suplementos y ver Netflix, atenúa la iluminación de su casa y adapta su reloj biológico para dormir. Una sesión de bosu, un par de kiwis, unos pistachos (solo de vez en cuando), cepillado de dientes, rutina de belleza facial y corporal y a la cama para rezar y agradecer todo lo bueno para seguir otro día más con su plan.