María, la okupa del chalet. | @tardeartv - TikTok

Las okupaciones son el tema del día no solo en Ibiza sino también en el conjunto de las Baleares. La frecuencia con la que se dan estas prácticas satura a la población. Empiezan a salir okupas que ven que no se les da la cobertura informativa que se debería y recurren a las redes a chulearse y presumir de inmuebles que no son suyos.

Es el caso de María, una mujer que okupa junto a su familia un chalet con piscina de casi 700.000 euros en Menorca y del cual chulea en Internet. "Chicos, os voy a enseñar el chalet que me he abierto", afirma en uno de sus vídeos.

En él, la mujer procede a hacer un tour por la vivienda, alardeando de tres baños, cuatro habitaciones y hasta del hueco donde colocará el lavavajillas: "Esto ni Beyoncé". "Esto es un chalet, para mí, que lo va a estrenar mi co..., que me lo merezco", se jacta.

Su familia entró al chalet pagando "a través de un muchacho marroquí al que le hemos pagado una cantidad de dinero y nos entregó las llaves", según indica María en la entrevista que concedió al programa televisivo TardeAR de Ana Rosa. "Cuando vinimos, solo tuvimos que abrir con la llave y teníamos el chalet", se ríe.

Okupa con quejas hacia otros okupas

La entrevista, que en ningún momento gozó de aire serio por parte de la okupa, dio un vuelco hacia el surrealismo cuando esta explicó que se marchó de la zona en la que residía porque "estaba habiendo mucho problema, gente conflictiva porque son también okupas".

"La piscina no es mía pero vamos, tenemos piscina", soltaba María entre risas, mostrándola sin agua. Justo después explicó que ella no trabaja: "Yo soy ama de casa, mire usted, pero cobro el ingreso mínimo vital, que no llega a los 1.600 euros".

Al final de la entrevista llega a decir que el coche de lujosa marca aparcado en la propiedad es de los vecinos, no suyo, pero que a ella no le molesta porque le gusta decir que es suyo.

La respuesta de las redes sociales ha sido rápida. Muchos usuarios se quejan de que prácticas como esta se permitan, ironizando, con rabia, que los trabajadores no se merezcan un chalet como ese (o una simple vivienda) mientras ella lo okupa sin hacer nada.

El propio Daniel Esteve, de Desokupa, ha avisado en su perfil de redes sociales que espera que le contraten para "ponerla de patitas en la calle y vendiendo bragas de nuevo en el mercado".