Un informe de la OCDE sitúa a España como uno de los países europeos con mayor diferencia salarial, donde un 10% acumula el 43% de la riqueza; un problema que se ha incrementado en los últimos años como consecuencia de la crisis. El trabajo sitúa a nuestro país en el puesto número 24 de los 34 estados que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En paralelo, ayer se dio a conocer que el PIB balear de 2013 no superó la media del conjunto de la Unión Europea.

La realidad se impone. Las medidas de ajuste y reforma salarial impuestas por el Gobierno en los últimos años han acabado teniendo su efecto en la renta de los trabajadores. En este sentido se detalla que entre 2007 y 2011 los salarios más bajos en España bajaron un 13%, mientras que los más altos sólo lo hicieron en un 1,4%, ampliándose, de este modo, una brecha que es imprescindible reducir. Empobrecer, como denuncia el informe de la OCDE, tiene efectos perjudiciales sobre el conjunto de la economía al paralizar, en la práctica, el consumo. No es suficiente con generar empleo, es preciso añadir factores relacionados con la calidad.

El retroceso de Balears. Otro factor que merece una reflexión colectiva es el progresivo retroceso de la economía balear en relación al conjunto de la Unión Europea, que el Eurostat ya pone por debajo de la media. La pérdida de posiciones del PIB regional es una constante, atrás quedan los años en los que las Islas ocupaban una posición destacada en relación con el conjunto del Estado, e incluso con la Unión Europea. El informe referido a 2013 pone la economía balear en la zona baja, con un 99%, y muy alejada de otras comunidades punteras como Madrid, País Vasco, Navarra, Catalunya, Aragón y La Rioja. Nuestra economía ya no genera los niveles de riqueza de antaño y ello precisa de una profunda revisión sobre las causas y sus consecuencias.