EditorialEivissa12/07/15 0:00
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La vicepresidenta primera del Consell d’Eivissa, Viviana de Sans, ha anunciado que se van a realizar contrataciones en la institución insular ya que ha detectado que hay departamentos que necesitan más personal. Poco más ha explicado Viviana de Sans sobre sus intenciones, pero sorprende que haya conseguido un diagnóstico tan rápido con apenas unos días en el cargo. En otras instituciones hacen falta semanas, meses o años para conseguir saber si hay que reforzar plantillas. La evidencia es que Podemos, con el apoyo del PSOE, no tiene ningún inconveniente en volver a engordar la estructura administrativa, lo que evidentemente supondrá más gasto corriente y menos dinero para inversiones.

Más Administración. Aunque no sea políticamente correcto, lo cierto es que rebajar el coste de la Administración es bueno para la economía ya que de esta manera es posible pagar menos impuestos y, por lo tanto, las empresas disponen de más recursos para ser competitivas y, por ende, generar puestos de trabajo. Los empresarios tienen que realizar muchos esfuerzos para incrementar plantillas y en ocasiones supone un riesgo económico. Sin embargo, en las Administraciones todo es mucho más fácil. Es más sencillo hacer operaciones sin que el político en cuestión juegue con su dinero y sufra el riesgo de perder el negocio.

Mal arranque. El anuncio de Viviana de Sans de contratar más trabajadores públicos demuestra una filosofía política. Hemos de recordar, además, que Podemos cuenta ya con cuatro consellers y tres directores insulares, además de un gerente de una empresa pública, un cargo que hasta ahora no existía. Por lo tanto, la factura de altos cargos es muy superior a la de la pasada legislatura. Al margen de este incremento del coste en gasto corriente, los departamentos de Podemos han dibujado muy poco lo que serán sus políticas a lo largo de la legislatura. Quizás es pronto para adivinar qué política se hará desde el Consell d’Eivissa, pero que empiecen con mayor gasto en personal es preocupante y no es, seguramente, lo que muchos ciudadanos esperan de unos gobernantes que habían prometido una nueva forma de hacer política. Habrá que estar muy pendientes.