El miércoles, el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, y el conseller de Territori, Marc Pons, firmaron un convenio que obliga a los técnicos del Govern a diseñar el proyecto que ha de convertir la manzana más degradada del barrio de sa Penya en un edificio de viviendas de protección oficial que se ofrecerán en régimen de alquiler. Este es uno de los pasos firmes y acertados que ha decidido dar el Ayuntamiento de Vila para devolverle el esplendor a uno de los barrios con más solera de la ciudad que, con el paso de los años, se ha ido deteriorando por la dejadez y el incivismo de una minoría de sus moradores además del histórico pasotismo institucional. A todo esto también hay que sumarle la operación policial que desmanteló una organización dedicada al tráfico de drogas radicada en el corazón del barrio; un secreto a voces que al fin se le ha podido meter mano.

Sin pausa. Ahora que el Ayuntamiento ha conseguido, con ayuda policial, ‘limpiar’ el barrio, es hora de no bajar la guardia y abordar lo más rápido posible la transformación de la manzana situada entre las calles Alt y Retir. La previsión es que los técnicos del Govern envíen el proyecto básico dentro de dos meses para que desde Can Botino puedan empezar con la tramitación de las licencias. Es imprescindible que las cuarenta infraviviendas que ahora están tapiadas y rodeadas por un muro de 2,5 metros de altura se llenen cuanto antes de jóvenes y familias dispuestas a darle vida a un barrio al que hace mucho que la ciudad le dio la espalda. Si antes de que acabe la legislatura el Ayuntamiento de Eivissa ya está en disposición de entregar las viviendas a sus nuevos inquilinos, sería una de las mejores noticias para la ciudad.


Ayuda institucional. Para ello, Vila tendrá que contar con el apoyo de otras administraciones. Ruiz ya avanzó que el Consorcio Eivissa Patrimonio de la Humanidad –del que también forman parte Govern y Consell– cuenta con una partida reservada para este proyecto. La colaboración entre instituciones será esencial para que la ciudad vuelva a estar orgullosa de este antiguo y carismático barrio de pescadores.