El sector turístico de Ibiza y Formentera ha conseguido este año alargar un poco más la temporada ya que en Semana Santa muchos establecimientos abrieron sus puertas para dar por inaugurado el verano 2017. En los días de Pascua se consiguió un 86% de ocupación de la planta hotelera abierta (alrededor de 80 establecimientos de alojamiento legales). El mes de mayo que arranca hoy con 30.611 pasajeros y 206 vuelos supone el inicio oficial de la temporada turística, unos meses que se prevén como mínimo igual de buenos que el año pasado. El esfuerzo se centra, una vez más, en conseguir mejoras en los extremos de temporada ya que hay poco margen de crecimiento en la oferta legal en los meses centrales del estío.

Problemas de siempre. Otro año más, la iniciativa privada ha trabajado duro durante los meses de invierno para tenerlo todo a punto para esta temporada. Las administraciones públicas, por su parte, arrancan la temporada con obras aún en marcha y que el sector privado espera que se acaben cumpliendo los plazos prometidos. Si bien las expectativas son muy positivas, Ibiza y Formentera arrastrarán otra temporada más problemas históricos que siguen sin tener solución, como la venta ambulante, los taxis pirata o los problemas de depuración de aguas. A esto se suman los precios desorbitados de los alquileres y el alquiler de pisos particulares a turistas, que sin duda contribuye a la saturación de las Pitiusas y disminuye la oferta anual de pisos en alquiler, además de generar problemas de convivencia entre turistas y residentes.

Imagen. Los problemas mencionados, así como la situación de falta de control ante ellos por parte de las administraciones competentes, contribuye sin duda a proporcionar una imagen de que en Ibiza y Formentera ‘todo vale’: desde vender mojitos o comida hecha en casa por las playas, alquilar una furgoneta a precio de una vivienda entera o bien alquilar camas de una misma habitación. Ibiza y Formentera deben mantenerse prudentes y vigilantes para no dejarse llevar por la euforia de un destino turístico puntero y de moda. Al mismo tiempo deben encontrar soluciones efectivas y reales que pongan coto a los problemas que arrastran desde hace años para evitar así que se dañe la imagen de las Pitiusas y, por tanto, tengan un futuro más allá de ser la moda del momento.