El alcalde de Vila, Rafa Ruiz, vuelve a equivocarse en la polémica personal que mantiene desde el inicio de la legislatura con el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura. En esta ocasión, además, el alcalde ha utilizado las redes sociales para recordarle al obispo que vivimos en un Estado aconfesional y que, por lo tanto, no tiene ninguna obligación de acudir a actos religiosos. En un post publicado en su perfil de Facebook el alcalde desveló que cuando el obispo llegó al acto de las medallas de Oro de la ciudad no le miró de cara. A diferencia del alcalde, el obispo sí estuvo presente en las medallas de oro de Vila. Esa es una de las diferencias entre unos y otros.

Representa a todos los ciudadanos. El alcalde de Vila sigue sin entender, y ya van tres ediciones con la misma polémica, que desde el momento que él asumió la Alcaldía representa a todos los ciudadanos de la ciudad, sean católicos, protestantes, socialistas o del PP. Él es el alcalde de todos y por lo tanto tiene que representarlos en un acto solemne como es la misa de la patrona de Ibiza, donde sí estuvieron otros alcaldes como Josep Marí Ribas o Vicent Marí. El pasado año, además, Ruiz convenció a la presidenta del Govern, Francina Armengol, para que tampoco acudiese al acto religioso. Nadie plantea que Ruiz se convierta al catolicismo. Ni que rece. Ni tampoco que comulgue. Se le pide un poco de respeto institucional, el mismo que tuvo el obispo al acudir al acto institucional organizado por el Ayuntamiento de Vila. El obispo representa a la Iglesia y por lo tanto entiende que debe estar en un acto como el de las Medallas d’Or, independientemente de sus relaciones con el alcalde.

Son actos religiosos. Ya se ha planteado desde este periódico, con escaso éxito por cierto, que si Ruiz fuese coherente debería renunciar a participar en en el encendido de las luces de Navidad o ir a saludar a los Reyes Magos de Oriente. Tanto la Navidad o la Epifanía del Señor son fiestas religiosas, algo que el alcalde debería saber haciendo una rápida consulta en google. Porque la educación y la representatividad institucional no debería estar reñida con defender un Estado aconfesional. No es incompatible.