El conseller de Treball, Iago Negueruela, ha estado en Ibiza para presentar el Boletín de Coyuntura Económica del último trimestre del año pasado. Negueruela presumió de que Ibiza ha registrado un crecimiento económico por encima de la media balear, y que también supera la media nacional y europea. Desde 2015, el crecimiento acumulado llega al 11,2 por ciento, lo que se ha traducido en la creación de empleo. Sin duda, el mensaje optimista del conseller Negueruela esconde muchos de los problemas que sufre la economía ibicenca como son los bajos salarios, la estacionalidad y, sobre todo, la falta de vivienda.

Antes se criticaba.
No acaba de entenderse qué pretende el Govern al lanzar este tipo de mensajes tan optimistas cuando la sociedad ibicenca hace tiempo que ha asumido que aquella crisis que comenzó durante el mandato de Rodríguez Zapatero ya es historia, pero sus efectos han sido tan fuertes que incluso ahora hay muchas familias que no han conseguido recuperar la normalidad. Recordemos, además, qué decía el partido de Negueruela cuando gobernaba Bauzá y cuando mensualmente presentaba unos datos positivos en la creación de empleo. La otrora portavoz de la oposición y actual presidenta, Francina Armengol, recordaba los desequilibrios sociales, la falta de vivienda y los problemas para llegar a final de mes de muchas familias, precisamente lo mismo que ocurre ahora.

Tapar la realidad.
Cuando se presenta un informe tan triunfal en materia económica no conviene olvidar el contexto general, en este caso el de Ibiza. Y recordar que hay cuestiones como el de la vivienda que no solo no han mejorado sino que han empeorado en esta legislatura, sin que el Govern al que pertenece el señor Negueruela haya conseguido buscar remedio y solución. Además, los salarios siguen igual de bajos que siempre, y eso también es economía. Este tipo de valoraciones no consiguen nunca el efecto que persigue el político, sobre todo cuando sólo se presenta lo bueno y se obvia lo negativo. Adolecen de falta de credibilidad.