La Autoritat Portuària de Balears anunció la semana pasada que ya ha adjudicado las obras de la estación marítima de es Botafoch a la UTE Comsa-MB por 16,3 millones de euros. Dichas obras comenzarán en mayo y se ejecutarán durante 18 meses. La APB ha explicado que la nueva estación se ubicará entre los pantalanes norte y sur y estará a 30 metros del mar, con más de 6.500 metros de superficie repartidos en dos plantas. Un detalle nada menor es que el nuevo edificio se inspira en la tradición de la arquitectura ibicenca.

Obra urgente.
Ibiza lleva demasiado tiempo con una estación marítima que no está al nivel que los ciudadanos merecen. La gran carpa de Botafoch ha cumplido la función de ser la entrada y salida de los pasajeros que han utilizado el transporte marítimo durante todos estos años, demasiados años, pero evidentemente era una infraestructura provisional, precaria y la construcción de la nueva estación marítima era una urgencia. Es más que probable que los turistas que llegaban por vía marítima a Ibiza se sorprendieran de que la estación marítima fuese una carpa desmontable, por mucho que tuviese todos los servicios necesarios. Se pueden comprender las limitaciones presupuestarias de los últimos años, pero iniciar las obras en Ibiza era una asignatura pendiente que felizmente podrá resolverse en un año y medio.

Las barcas a Formentera, también.
Si Ibiza merece con urgencia una nueva estación marítima que esté a la altura de lo que merece la isla, la estación de las barcas a Formentera también requiere una atención de cara al futuro. Una remodelación en el futuro, una reforma integral y una actualización que se adapte a los nuevos tiempos. Porque unas islas que viven de cara al mar durante todo el año deben tener unos servicios portuarios modernos y dignos, y hay que ser muy reivindicativos y nada conformistas.