Una mujer fallecida y nueve personas heridas, tres en estado crítico, es por ahora el trágico balance de un fuego declarado ayer en el barrio de es Viver, en Ibiza, en un edificio ‘okupado’ por unas 70 personas que vivían de forma precaria en el inmueble inacabado. Los tres heridos más graves son de nacionalidad marroquí, con quemaduras (uno de ellos fue trasladado a Valencia) y uno de ellos con politraumatismos al precipitarse desde un tercer piso para escapar del fuego y del humo. Hay que destacar que un helicóptero del Ibanat rescató a una pareja que se encontraba aislada y rodeada por fuego en la planta superior del edificio. No queda más que elogiar la acción heroica del piloto del aparato, que ha salvado dos vidas humanas.

Riesgo evidente.
Ha tenido que ocurrir una desgracia para abordar un asunto que lamentablemente se ha convertido en normal y habitual en nuestra sociedad. Se trata de la utilización de edificios abandonados por parte de ‘okupas’, que viven sin ninguna garantía sanitaria ni de seguridad, como se ha demostrado, en una situación de evidente riesgo propio y ajeno. La sociedad, y sobre todo la clase política, ha mirado hacia otro lado ante situaciones, que es una consecuencia de la incapacidad de las administraciones para facilitar viviendas dignas a sus ciudadanos. Y no hace falta recordar que en Ibiza la situación es aún más grave que en otras ciudades españolas.

Profesionalidad ejemplar.
Los servicios de emergencias actuaron con gran profesionalidad. El trabajo de Policía Nacional (que se hizo cargo de la investigación), Bomberos, SAMU-061, profesionales del IbSalut, Policía Local y Protección Civil, además de la valiente actuación del helicóptero del Ibanat, permitieron rescatar a muchas personas y es en casos como el vivido ayer en Vila cuando la sociedad valora su tarea y el riesgo al que se exponen para salvar a otros ciudadanos. Ayer lo demostraron una vez más.