A falta de recibir el visto bueno por parte de las direcciones regionales de ambas formaciones, el acuerdo de gobierno y estabilidad al que han llegado el PP de Ibiza y Cs Ibiza tras arduas negociaciones está prácticamente cerrado y tan solo queda oficializarlo con la firma y presentarlo a los medios de comunicación, algo que puede suceder mañana mismo. Transcurridas más de dos semanas desde que ambas formaciones ofreciesen el día 14 de junio una rueda de prensa en el Centro Cultural de Jesús para anunciar un acuerdo político que al final acabó siendo solo un preacuerdo, Ciudadanos ha mantenido diversas reuniones con la FSE-PSOE para explorar un posible pacto con los socialistas. Finalmente la lógica se ha impuesto y Cs opta, como cabía esperar, con quienes desde el día siguiente de las elecciones calificaron como “opción preferente”.

Reparto de cargos.
Como se ha visto otras veces anteriormente, la negociación de las áreas a gestionar y los cargos que a cada formación corresponderá designar de entre los suyos, suelen ser los aspectos más espinosos de la negociación política de todo acuerdo de gobierno. Solo hay que girar la vista hacia Mallorca y comprobar la tremenda crisis política desatada en el seno de Més, para comprobarlo. Y es lógico. Se trata de cuotas de poder que están en juego y cada cual busca rentabilizar al máximo la negociación. Lo que no resulta admisible, no obstante, es que en este juego de estrategia que acaba siendo toda negociación política, se pierda de vista el interés general y sobre todo, el resultado de las elecciones. Por suerte, Cs Ibiza ha evitado la tentación de plantear exigencias ilógicas e inaceptables, habiendo logrado un único conseller en el Consell d’Eivissa.

Reducir la burocracia.
El acuerdo alcanzado contempla un reparto bastante razonable de cargos entre ambas formaciones. El PP reserva para sí el nombramiento del conseller no electo y Cs designará tres directores insulares. Además, se contempla la supresión de las secretarías generales técnicas de las consellerias, algo que puede suponer una reducción de la burocracia administrativa que atenaza el funcionamiento de la institución. En definitiva, PP y Cs parecen tener claro su programa de gobierno y también el organigrama para llevarlo a cabo durante los próximos cuatro años. El viernes arrancará una nueva etapa en el Consell d’Eivissa.