Que las Pitiusas soportan un grave problema de sostenibilidad y calidad de los servicios públicos debido a la falta de personal es un hecho conocido. La carestía de la vivienda y la dificultad del acceso a la vivienda son dos causas relevantes que contribuyen a la problemática. Pero hay más: Ibiza y Formentera no son destinos atractivos para los empleados públicos pues la compensación económica que se paga a quienes trabajan aquí, la indemnización de residencia (también conocida como plus de insularidad), está desfasada, lleva años sin actualizarse y no supone un estímulo efectivo para equilibrar la situación.

Desvirtuar la ecotasa.
El Sindicato Médico Simebal alerta de que en una década se jubilará alrededor del 15% de los facultativos de la sanidad pública. Y actualmente la situación no es halagüeña, porque hay unas 60 vacantes sin cubrir en Ibiza. Por ello, lanzan la propuesta de destinar parte del impuesto de turismo sostenible (ecotasa) a tratar de fidelizar la plantilla de médicos. El objetivo que persigue la propuesta no es mala pero al final se trataría de usar los fondos que se recaudan con un teórico impuesto medioambiental a subir el sueldo de los empleados públicos, algo que sin duda debiera hacerse pero no a través de la ecotasa.

Retener lo recaudado.
Más lógica parece la propuesta de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif), reunida ayer en asamblea, de que el Govern destine íntegramente a las Pitiusas lo que se recauda aquí. No es una propuesta novedosa, pero lamentablemente ha tenido poca acogida por parte del Govern y de los partidos que le dan apoyo parlamentario. Quizá la FSE-PSOE debiera replantearse su posición y apoyar la medida, pues es algo que ya fue aprobado por el pleno del Consell d’Eivissa durante el anterior mandato, con los votos a favor de PP y Podemos. Ahora que lidera la oposición en la institución insular sería buen momento para reflexionar sobre esta propuesta que cuenta con un amplio respaldo social en las Pitiusas.